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Montar en bicicleta para entrenar el corazón

Persona montando en bicicleta por la calle

El corazón es el músculo clave para mantener nuestra maquinaria activa y poder realizar todas las funciones vitales, ya que actúa como una bomba que impulsa la sangre hacia los órganos, tejidos y todas las células del organismo. Al ser el motor que mueve nuestro cuerpo, es preciso cuidarlo como se merece, destacando la importancia de entrenar el corazón.

Este músculo se puede entrenar, es decir, se puede mejorar su rendimiento a través de la actividad o ejercicio físico, y con ello conseguir mayor eficacia en su bombeo, como bajar pulsaciones en ciclismo y fortalecer los tejidos musculares. Usando el sentido común, podemos entender que a través de la dieta y el ejercicio físico podemos retrasar, e incluso evitar los factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares, aunque siempre debemos de tener en cuenta los aspectos no modificables, como son la edad, sexo, genética o enfermedades asociadas.

Todos sabemos que el ejercicio es beneficioso para la salud, siempre que se practique de forma controlada y con las intensidades adaptadas al individuo; ¿pero cómo implantar un sistema de ejercicios que permita entrenar el corazón? Pues es más sencillo de lo que parece, ya que si adherimos un ejercicio a una actividad rutinaria, éste puede resultar muy cómodo de realizar, además de que nos vemos “obligados” a realizarlo, y con ello conseguimos los rendimientos que buscamos. Montar en bicicleta, como explicamos en TECO, puede ser una actividad que al implementarla en nuestro estilo de vida, como por ejemplo ir a trabajar todos los días en bici, o ir al gimnasio, puede evitarnos muchos problemas de salud, disminuir factores de riesgo en consecuencia, lo que se traduciría en mejorar nuestra calidad de vida, ya que estaríamos huyendo de ser personas sedentarias.

Problemas cardiovasculares en personas sedentarias

Una persona sedentaria es aquella que tiene un estilo de vida inactivo, dónde realiza poco ejercicio y no llega a gastar todas las calorías que consume, por lo que las almacenan en forma de grasas, aumentando los factores de riesgo para el corazón y afectando negativamente a la salud del propio individuo. Por lo general, las personas sedentarias no empiezan a entender la magnitud de la gravedad que supone llevar un estilo de vida inactivo, hasta que padecen o sufren algunas de sus consecuencias.

En el área cardíaca, una persona sedentaria tendría un ritmo cardíaco aproximado de unas 80 pulsaciones por minuto en reposo, mucho más elevada que la de una persona activa o deportista, la cual tendría una ritmo cardíaco aproximado de unas 60 pulsaciones por minuto. A simple vista se puede notar la diferencia de unas 20 pulsaciones, lo que indicaría que una persona sedentaria hace latir su corazón unas 30.000 veces más al día aproximadamente. 

Y nos preguntaremos, ¿por qué ocurre esto? La respuesta es que el deporte y el corazón están directamente relacionados, ya que al tratarse de un músculo y no trabajarlo de forma suficiente se atrofia su tejido y se debilita, volviéndose menos eficiente y bombeando menos sangre en cada latido, es por ello que necesita de más latidos para bombear la sangre necesaria para el organismo.

Un corazón perteneciente a una persona activa que realiza actividad física a diario tiene sus tejidos musculares más fuertes, por lo que el corazón de un deportista bombea más sangre con menos esfuerzo. En la forma anatómica del corazón también se aprecia un aumento de redes capilares, y ensanchamiento de los vasos sanguíneos, por lo que estaría ofreciendo “un crédito” para el colesterol, el cual tardaría más en obstruir las vías. Los beneficios de entrenar el corazón son múltiples, aunque para entenderlos será necesario conocer los factores de riesgo que le afectan.

Factores de riesgo para el corazón

Se define como factor de riesgo para el corazón a todos aquellos aspectos que influyen de una forma significativa sobre las posibilidades de que un individuo padezca una enfermedad cardiovascular. Como he mencionado anteriormente, algunos pueden ser controlados mediante un cambio en el estilo de vida, mientras que otros como el sexo, la edad y la herencia no.

Para el doctor José Calabuig, especialista del Departamento de Cardiología de la Clínica Universidad de Navarra, los factores de riesgo para el corazón más relevantes son los siguientes:

  • Falta de ejercicio físico
  • Dieta altas en sodio
  • Consumo de alcohol no moderado
  • Colesterol elevado
  • Estrés
  • Diabetes
  • Obesidad y sobrepeso
  • Tabaco
  • Presión arterial alta

Después de entender la implicación de estos factores que actúan directamente sobre la salud del corazón, hay que tener en cuenta que muchos estudios demuestran que haciendo un ejercicio aeróbico, tal como caminatas rápidas, running o ciclismo, al menos tres veces por semana, durante 30 minutos se fortalece el corazón. Es por ello que el uso de la bicicleta para ir a trabajar es una clave para fortalecer el corazón y con ello el organismo, por lo que deberíamos de pensar en esta posibilidad que está al alcance de muchos.

Sin duda el factor “falta de ejercicio físico” es uno de los más influyentes, ya que trabajando éste, también ayudamos a reducir otros. Por ejemplo, la obesidad y sobrepeso están directamente conectados con la ausencia de ejercicio físico, además el fortalecimiento del tejido cardíaco mediante el ejercicio físico, permite un crédito adicional para que el colesterol no obstruya los capilares, ya que se produce un ensanchamiento de los vasos sanguíneos. 

En cuanto al estrés, muchos cardiólogos aseguran que es más probable sufrir un ataque cardíaco en momentos de estrés, debido a que el corazón se acelera y aumenta su presión arterial. El estrés tiene una relación inversamente proporcional al ejercicio físico, es decir, a más ejercicio físico moderado, menos estrés se produce en el individuo, ya que las hormonas liberadas durante un ejercicio físico adaptado y moderado, como puede ser de nuevo el uso de la bicicleta diario, ayuda a controlar los niveles de estrés, y con ello estaríamos reduciendo otro factor de riesgo cardiovascular importante.

Beneficios de entrenar el corazón

Si una persona sedentaria decidiera usar la bicicleta como medio de transporte para ir todos los días al trabajo, y dicho recorrido implicase una duración de unos 15 o 20 minutos, y la vuelta una duración estimada parecida, estaríamos hablando de un importante cambio anatómico y fisiológico de su corazón, ya que pasaría de ser una persona sedentaria a una activa, realizando alrededor de 30 minutos de actividad aeróbica al día. Algunos de los beneficios de deporte para el corazón son:

  • Aumento de redes capilares
  • Ensanchamiento de los vasos sanguíneos
  • Eficacia frecuencia cardíaca (Rendimiento de las pulsaciones por minuto)
  • Tejido muscular más fuerte e hipertrofiado
  • Mayor diámetro en el ventrículo izquierdo
  • Mayor capacidad / volumen de sangre

Todos estos cambios que se producirán gracias al deporte ayudarán a reducir numerosos factores de riesgo para el corazón nombrados anteriormente, evitar con ello enfermedades coronarias y ganar un extra en calidad de vida. Por lo que los beneficios de montar en bicicleta no solo afectan a la salud del corazón, sino que además a nivel social también se reducen los niveles de contaminación y con ello se contribuye a crear una sociedad más activa y limpia.

La importancia de estar informados

Muchas personas no son conscientes de la importancia que tiene ser activos y realizar una actividad aeróbica de unos 30 minutos al día. Muchos se consideran sanos hasta que no empiezan a sentir los síntomas de la enfermedad. Los cardiólogos afirman que cuando los síntomas empiezan a aparecer, el daño ya está producido.

Por ello es importante saber todos los factores de riesgo para el corazón y cómo reducirlos tomando las medidas necesarias, como puede ser montar en bicicleta de manera rutinaria, ya que usar la bicicleta todos los días para ir al trabajo, no sólo le ayudará al individuo a sentirse mejor, sino que le permitirá entrenar el corazón para que éste se vuelva más eficiente y aumente con ello su calidad de vida.

Con solo controlar uno o más factores de riesgo para el corazón es posible añadir meses y posiblemente años de vida. Es por ello que es muy importante estar actualizado con toda la información necesaria, para actuar a tiempo. No se debe olvidar que el corazón es el factor central de la salud y de la vida, por lo tanto, mantenerlo en buen estado es primordial.