El último mundial de fútbol celebrado en Brasil dejó grabados muchos momentos unos gratos y otros no tanto, como por ejemplo el mordisco de Luis Suárez a Chiellini en el encuentro de Uruguay vs Italia. Precisamente este jugador uruguayo fue también noticia cuando en su debut fue a celebrar un gol con su fisioterapeuta deportivo, este último recibiendo numerosas muestras de cariño por parte del jugador. Todo esto tenía su explicación:Luis Suaréz ha sido recientemente intervenido quirúrgicamente de su rodilla izquierda por una lesión meniscal, tan reciente que incluso peligraba su presencia en el Mundial. Como hemos podido comprobar, la recuperación del jugador ha sido exitosa, gracias entre otros factores, a las horas de fisioterapia deportiva que ha realizado el jugador, junto con su fisioterapeuta deportivo.
Está claro que un equipo deportivo, y más de élite como puede ser una selección de fútbol nacional, cuenta con un amplio equipo multidisciplinar (desde médicos de diferentes especialidades, fisioterapeutas deportivos, podólogos, nutricionistas, psicólogos, etc.). Pero, sin desacreditar a los demás miembros de este equipo, y bajo mi experiencia personal como fisioterapeuta deportivo, pienso que nuestra profesión es de suma importancia dentro de este grupo, debido sobre todo a que con diferencia somos los que más horas pasamos con los deportistas, creándose un vínculo especial.
En busca de la salud del deportista
Este vínculo se produce por diversos motivos… estamos continuamente preocupándonos por el estado de salud del deportista, buscando las mejores opciones en cuanto a técnicas de fisioterapia deportiva se refiere, comportándonos como “padres” cuando son un poco más “despistados”, poniéndonos en tensión cuando los vemos caerse, o llevarse las manos a aquella parte de su cuerpo propensa a “romperse”, etc.
Todo esto es lo que me apasiona de ser fisioterapeuta deportivo, y más aún cuando nuestros jugadores o deportistas nos agradecen (de manera pública o privada) nuestro sacrificio en pos de su bienestar. Aunque en mi caso particular, la mayor satisfacción se produce cuando el deportista consigue alcanzar el nivel de rendimiento que tenía antes de su lesión (sin olvidar los esfuerzos en prevención de lesiones).
Casos como el de Luis Suárez o Cristiano Ronaldo(cuando regaló un coche a cada uno de sus fisioterapeutas deportivos cuando ganó el Balón de Oro) muestran que cada vez tiene más importancia esta “joven” pero maravillosa y apasionante profesión: LA FISIOTERAPIA DEPORTIVA.