El yoga es una ciencia practicada en todo el mundo originaria de la India, es una forma alternativa de actividad física que ha sido ampliamente estudiada por sus efectos en la salud humana.
La palabra “yoga” se deriva del sánscrito que es una lengua clásica India y significa “unión”, siendo una filosofía que conecta el cuerpo, la respiración y la mente para mantener el equilibrio de la energía. El yoga, estudiado en TSAF, involucra varias asanas físicas (posturas), ejercicios respiratorios y meditaciones que ayudan a mejorar el bienestar general del individuo. Además, se ha demostrado que produce cambios fisiológicos consistentes que tienen una sólida base científica. Los científicos que han estudiado extensamente la práctica de yoga, afirman que aumenta la longevidad tiene efectos terapéuticos y también efectos rehabilitadores.
Por otro lado el hecho de que no requiera de grandes espacios para su práctica así como de material, lo han convertido en una disciplina deportiva muy atractiva para todo el que quiera disfrutar de ella en cualquier situación o lugar.
Sin embargo lo que realmente hace especial al Yoga y lo que lo distingue de otras prácticas deportivas es su enfoque sobre la relajación, conocimiento corporal y meditación. El mundo actual en el que nos encontramos sumergidos, es un mundo donde prima lo rápido, lo inmediato, un mundo en constante cambio en dónde convivimos con la incertidumbre. Estamos en un momento de continuos cambios que requieren de respuestas aceleradas, con nuevas formas y situaciones sociales. Como dijo Zygmunt Bauman, uno de los intelectuales contemporáneos y sociólogos europeos más importantes de las últimas décadas, un mundo de un nuevo “orden líquido contemporáneo” Donde el mundo, nuestro mundo se ha vuelto extremadamente cambiante como un líquido en un vaso, en el que el más ligero empujón cambia la forma del agua. Todo esto representa un estado que afecta globalmente al individuo, generando un estado crónico de tensión y de agobio. Hemos pasado de una cierta situación de solidez, donde todo o casi todo se mantenía dentro de unas constantes o parámetros ya establecidos, a un estado de constantes vaivenes o cambios. Cambios que nos afectan de forma total, tanto a nivel profesional como personal.
Esta presión sostenida a la que nos vemos sometidos, provoca que estemos siempre en alerta, llevando una vida trepidante, que dependiendo de la capacidad de respuesta del individuo puede desembocar en estados de ansiedad, estrés o incluso depresión. Este mundo acelerado afecta a todos los estratos de la población, tanto a ancianos que se ven obligados a estar a cargo de sus nietos, como a padres de familia pluriempleados con una agenda en la que no hay papel en blanco ni para un punto más de tinta, o a los propios niños a los que se les exige un alto rendimiento escolar, apuntados a un sinfín de actividades extraescolares.
Si a todo esto, le sumamos la dependencia a la que estamos supeditados con respecto a las nuevas tecnologías, que nos mantienen aún si más cabe en un estado permanente de alarma y conexión con las tareas diarias, nos encontramos con que nuestra salud mental, se ha convertido en un caja de bombas a la que la falta de tiempo hará explotar algún día.
Y aquí es dónde el Yoga entra a formar parte de nuestras vidas, el Yoga es una de las herramientas que permiten desactivar esa caja de bombas. Es ahí donde gana adeptos, dónde su popularidad crece. El Yoga aúna el mítico mens sana in corpore sano o mente sana en cuerpo sano.
Yoga para la mente “mens sana”
El Yoga incluye ejercicios de respiración (pranayama) y relajación (Savasana) que ayudan a reducir los niveles de estrés, ansiedadad, insomnio etc.
El control de la respiración o Pranayama un vocablo que deriva del sánscrito Prana (pra=primera unidad, na=energía) y Yama: (controlar y extender, manifestación o expansión) que se lleva a cabo durante toda la práctica de Yoga tiene numerosos beneficios. Como se decía en El Haṭha Yoga Pradīpikā que es el manual escrito más importante sobre Haṭha Yoga: “cuando el aliento va y viene, la mente está inquieta, pero cuando el aliento se calma, también se calma la mente”. De este modo la respiración consciente tiene la capacidad de provocar en los practicantes del Yoga numerosos beneficios, tales como:
- Aumenta la capacidad pulmonar, por lo que los pulmones podrán obtener el aire que necesitan en menos respiraciones, al contrario de las personas que no pueden realizar respiraciones profundas, y tienen complicaciones derivadas de ello.
- Mejora la resistencia aeróbica. Las personas que respiran mal se cansan rápidamente con pequeños esfuerzos.
- Genera tranquilidad y paz mental. Una respiración pausada y suficiente es el estado natural del cuerpo, sin tensiones, que además provocan fatiga y cansancio mental. Al calmar la mente ayuda a los que padecen de insomnio.
- Ayuda a alcanzar un estado de tranquilidad y serenidad general, con lo que serán especialmente beneficiosas en el caso de personas con ansiedad o estrés.
Por otro lado, el Savasana es la postura con la que finalizamos la sesión de yoga. Traducida del sánscrito significa literalmente “la postura del cadáver”. En Savasana se busca la relajación, soltar completamente las tensiones del cuerpo y de la mente pero estando despiertos.
El reto es aquietar la mente, llevar la atención a la respiración, y desapegarnos de los miles de pensamientos que se cruzan por nuestra mente en cada segundo y que nos preocupan y nos causan altibajos emocionales.
El verdadero propósito de Savasana es que sus efectos se mantengan durante el resto del día. Que seamos conscientes de las zonas del cuerpo dónde se están acumulando tensión, y podamos aflojar esos músculos, liberando tensión y estrés innecesarios, que seamos capaces de controlar los pensamientos negativos y situaciones de tensión que nos encontramos a lo largo del día, suavizando la mente y nuestro cuerpo a través de una respiración suave y profunda.
Yoga para el cuerpo “corpore sano”
Con la realización de las asanas o posturas de Yoga, los músculos, tendones y ligamentos se ejercitan, fortaleciendo las articulaciones y recuperando movilidad. El trabajo de flexibilidad y de fuerza-resistencia que ofrece la realización de las asanas, hace despertar posibles músculos que estuvieran dormidos o inhibidos y suavizar otros que posiblemente estuvieran sobre activados y fatigados; se reeducan así malos hábitos posturales, reequilibrando músculos y aliviando patologías de espalda, tales como cifosis, escoliosis o hiperlordosis.
El Yoga para todos
Como vemos el Yoga nos reporta múltiples beneficios, la práctica habitual de esta disciplina hará sentir mejor a nuestro cuerpo y a nuestra mente; tu salud está esperando a que empieces a sentir el concepto básico del Yoga, permitir a uno mismo, ser el dueño de las circunstancias en lugar del esclavo.