FP Sanidad

Qué contiene el botiquín perfecto

Por Sonia Ordóñez
Botiquín con símbolo de la cruz roja.

El botiquín, aquella caja de plástico con una cruz que cuelga en la pared de consejerías, administraciones o despachos. Ese maletín que contiene materiales y medicamentos útiles cuando hay una urgencia pero al que no se le da importancia aunque sea obligatoria su presencia en espacios públicos, por el que nadie se preocupa en comprobar que esté completo y en buen estado para su uso, ya que solo se recurre a él cuando surge un contratiempo sanitario.

Sin embargo, el mantenimiento de un botiquín y el óptimo estado de sus elementos pueden ser decisivos a la hora de garantizar la salud de las personas, algo que sabe por experiencia el Auxiliar de Enfermería. Por ello es necesario que esté situado en un sitio fresco, accesible y reconocible para todos aquellos que puedan necesitar de su uso. Pero, ¿qué debe tener un botiquín? ¿Cuáles son los materiales indispensables?

Elementos del botiquín para primeros auxilios

Cada botiquín debe contener una serie de elementos según el uso que vaya a tener. Asimismo, no es el mismo contenido el de un botiquín de viaje, uno deportivo, uno de coche o uno de hogar, aunque sí que se pueden encontrar una serie de materiales comunes que conforman el kit de primeros auxilios perfecto:

  • Material de cura e instrumental: este grupo cuenta con tijeras de punta roma (redonda), pinzas, a poder ser estériles y sino bien desinfectadas, termómetro, guantes desechables, gasas estériles, esparadrapos de diferentes tipos, tiritas y vendas.
  • Antisépticos y desinfectantes: entre las sustancias antimicrobianas que contiene un botiquín para evitar infecciones destacan el agua oxigenada, suero fisiológico, clorhexidina o povidona yodada.
  • Medicamentos: es recomendable que se tengan analgésicos y antitérmicos como paracetamol, antiinflamatorios (ibuprofeno) o cremas para quemaduras leves, inflamación o picor. En este apartado hay que ser consciente y responsable, e intentar no almacenar medicación que pueden tener contraindicaciones para la salud humana. Asimismo, todos los medicamentos deben ser prescritos por un médico o un farmacéutico.
  • Otros: dependiendo de qué tipo de botiquín sea, podrá contener otros elementos destinados a dar respuesta a lesiones, heridas u otros problemas más específicos. En ese sentido, puede contener materiales como bolsas de frío instantáneo, torniquetes, otro tipo de medicación o mantas térmicas.

Los componentes que se han mencionado son los indispensables que cualquier tipo de botiquín tiene que contener. Para su uso, la población deberá tener unos conocimientos mínimos de primeros auxilios.

Disposición y mantenimiento del botiquín

Según la función que tenga el botiquín los podremos clasificar en botiquín de casa, de coche, de viaje o de trabajo. Esto nos va a indicar el tipo de materiales que debe contener según los riesgos que se pueden dar en cada uno de los entornos. A continuación, se establecen una serie de materiales específicos con los que debe contar cada uno de ellos:

Botiquín de casa

Este tipo de kit de primeros auxilios no debe ser necesariamente una caja homologada, sino que los diferentes elementos pueden guardarse en una bolsa o recipiente cerrado siempre y cuando se sitúen en un lugar fresco y seco. El botiquín de casa contará con los elementos básicos y aquellos que son necesarios para cada uno de sus habitantes, siempre bajo prescripción médica. Asimismo, podemos encontrar analgésicos, antiinflamatorios, laxantes, antiácidos, antihistamínicos, medicamentos para la tos o relajantes para dormir. En esta categoría se puede englobar también el botiquín de empresa, que deberá tener los materiales básicos y se conservarán en un maletín homologado.

Botiquín de coche

Este tipo de kit debe contener elementos que se puedan necesitar en caso de accidente. En algunos países es obligatorio que se disponga de uno en cada vehículo, como, por ejemplo, en Bélgica o Austria. Entre los materiales específicos que debe contener este botiquín destaca instrumental de cura como guantes, vendas, apósitos, algodón, adhesivos, pinzas y tijeras. También es importante contar con desinfectantes como el alcohol y el agua oxigenada para limpiar bien las heridas antes de realizar una cura, así como pomadas para quemaduras que se puedan producir al contacto de la piel con el asfalto. Por otra parte, también es recomendable llevar siempre toallitas húmedas o gel hidroalcohólico para poder limpiarse las manos antes de usar el kit de primeros auxilios. Finalmente, otro elemento útil en caso de accidente o avería es una manta térmica con el objetivo de evitar la hipotermia si el incidente se produce en lugares donde hace mucho frío.

Botiquín de viaje

Los botiquines de viaje son diferentes al resto, ya que tienen como objetivo satisfacer las necesidades que se puedan presentar en cada destino. Para llevarlos consigo, el viajero requiere que sea pequeño y ligero, incluyendo solo los elementos indispensables para su jornada. Entre los materiales más frecuentes destacan las tiritas de segunda piel para evitar roces o, si no se dispone de ellas, productos antirozaduras que serán necesarios después de una larga caminata. Si se va a un destino caluroso y soleado un componente clave será la crema protectora y el aftersun. También son recomendables las pastillas para el mareo, protectores de estómago, antidiarreicos, pomadas para golpes o repelentes de insectos en lugares donde sean frecuentes. Por otra parte, si el viaje consiste en una excursión por la naturaleza, será necesario tener en cuenta el protocolo de primeros auxilios que se debe seguir en el medio natural.

Independientemente del tipo de botiquín, será necesario garantizar unas condiciones para asegurar el correcto estado de conservación de los productos que contiene. Asimismo, el botiquín debe ubicarse en un lugar fresco y seco, y sobre todo, lejos del alcance de los niños.

Otra de las cuestiones a tener en cuenta en relación a los botiquines, son las fechas de caducidad. Todos los materiales sanitarios caducan, incluso los más insospechados, como las gasas, tiritas, esparadrapos, alcohol o povidona. Si se tiene un kit de primeros auxilios equipado con todos los materiales necesarios y bien ubicado pero no se revisan las fechas de caducidad, cuando llega el momento de usarlo, es como si no se tuviera nada, porque el material caducado pierde eficiencia o incluso puede generar efectos adversos.

Por último, para mantener el botiquín en el mejor estado es preciso reponer el material que contiene cuando se usa y se gasta. Para asegurar la reposición una buena idea es tener un listado de los elementos con los que se cuenta y ordenarlos por secciones con el objetivo de poder identificar en un vistazo qué es lo que falta.

¿Cómo se usa un kit de primeros auxilios?

Si se tiene que curar una herida simple es importante que se tenga claro la actuación. Siempre ante una herida primero se limpia (con suero fisiológico o agua y jabón) y después se desinfecta con antiséptico. Cual es el mejor antiséptico a usar es un debate abierto, la clorhexidina y la povidona yodada son las mejores opciones.

Antes de proceder a realizar un protocolo de atención, la persona que presta la ayuda tiene que lavarse previamente las manos y después usar los guantes desechables. Si el antiséptico que se va a usar está abierto, se aconseja desechar el primer chorro, ya que eso arrastra posibles microorganismos que se hayan generado en la zona de la apertura.

En cuanto a las gasas estériles, si se abre un paquete y no se usan todas ellas, este paquete debe ser igualmente desechado, ya que si se deja abierto dentro del botiquín para un futuro uso, la esterilidad ya se ha perdido en el momento de la apertura. Por tanto, ya no son gasas estériles, dando lugar a que en un próximo uso del cual no se conoce la fecha se proporcionen unos cuidados que no serían del todo correctos.

Todos estos principios básicos sobre la conservación de productos sanitarios y el uso de un kit de primeros auxilios se pueden conocer en el Grado en Cuidados Auxiliares de Enfermería a distancia o presencial, una formación basada en los conocimientos básicos sobre este tipo de materiales y el buen estado de los mismos.