FP Sanidad

Conocimientos del técnico auxiliar de enfermería sobre el soporte vital básico (II)

Miguel Gonzalez Lopez
técnico auxiliar de enfemería

En la parte primera del artículo enumeramos 8 puntos que debe conocer el técnico auxiliar de enfermería tanto en modalidad presencial como a distancia sobre el soporte vital básico o SVB. Para situar al lector recordaremos que en la primera parte del artículo nos quedamos describiendo cómo pedir ayuda y abrir las vías aéreas, por tanto, comenzaremos la actual entrega explicando como debe comprobarse la ventilación.

Comprobar ventilación para SVB

Una vez  valorado el nivel de consciencia, valoraremos si el paciente respira o no.

Lo haremos colocándolo en hiperextensión del cuello mediante la maniobra frente-mentón, acercando la mejilla derecha a la boca del paciente, de modo que podamos sentir la exhalación de aire y oírla.

Además, miraremos el tórax de la víctima para ver si existen movimientos respiratorios. A esto se le conoce como VER, OIR y SENTIR. El personal sanitario correctamente entrenado también puede comprobar el pulso a nivel de las carótidas, durante no más de 10 segundos.

Si transcurridos 10 segundos no encontramos respiración o encontramos una respiración anormal, consideraremos el paro cardiorrespiratorio del paciente. Ventilaciones bloqueadas o gasping también se deben considerar como ausencia de respiración.

Si respira con normalidad lo colocaremos en Posición Lateral de Seguridad (PLS), y reevaluaremos continuamente la respiración.

Si no lo hiciese activaremos el servicio de emergencias (112/061) bien otra persona si ha llegado la ayuda anteriormente reclamada, bien nosotros si nos encontramos solos. También es el momento de que alguien busque un Desfibrilador Externo Automático o Semiautomático (DEA/DESA).

SVB conocimientos sobre soporte vital básico

SVB: Soporte vital básico

Compresiones torácicas y ventilación boca-boca para SVB

El procedimiento tras activar el servicio de emergencias será el siguiente:

  1. Situaremos a la víctima sobre una superficie rígida y horizontal con el tórax descubierto.
  2. Colocarnos de rodillas a la altura del pecho y situar el talón de una mano sobre el centro del tórax, y el talón de la otra sobre la primera, entrecruzando los dedos de ambas, ejerciendo presión sobre el los talones, y no sobre la palma.
  3. Situaremos nuestros hombros sobre la vertical del paciente, con los brazos completamente rectos y nuestros codos hacia dentro para no doblarlos.
  4. Volcaremos nuestro peso sobre ese punto, produciendo un hundimiento del tórax de 5 cm., permitiendo el retroceso completo del tórax tras cada compresión, siempre sin perder el contacto de nuestras manos con el pecho del paciente.
  5. Realizaremos 30 compresiones torácicas como las mencionadas en el punto anterior, a un ritmo igual o superior a 100 compresiones/min.
  6. Comprobar la boca del paciente, extraer cuerpos extraños, o dentadura postiza. Si hay algún objeto profundo se recomienda no intentar extraerlo con los dedos, ya que puede introducirse más.
  7. Realizar  maniobra frente-mentón para abrir la vía aérea, pinzar la nariz del paciente con los dedos índice y pulgar de nuestra mano más próxima a la cabeza del paciente y con la palma en la frente.
  8. Inspirar aire y sellar labios con los de la víctima. Las nuevas guías de RCP permiten que si no se dispone de medidas de barrera y existe un alto riesgo de contagio con la víctima, es posible realizar solo la llamada RCP de manos, que consiste en dar masaje cardíaco a ritmo de entre 100 comp./min. y 120 comp./min. sin cesar.
  9. Insuflar aire en el interior de la víctima en una cantidad suficiente para que veamos elevarse el tórax, no más. En ocasiones no se consigue esta expansión torácica debido a cuerpos extraños o, en la mayoría de las veces, a una maniobra frente-mentón mal realizada.
  10. Permitir que el aire salga  de los pulmones de la víctima y volver a repetir una insuflación más. En caso de que no ascienda el tórax, no se harán terceros intentos, sino que se continuará con el masaje.
  11. Repetir secuencia 30:2 tantas veces como sea posible, y colocar el DESA tan pronto como se disponga de él.

Deberemos realizar estos ciclos de 30 compresiones, 2 ventilaciones hasta que se cumpla una de estas tres situaciones:

  • El reanimador esté exhausto y no pueda realizar más masaje.
  • Hayan llegado los servicios de emergencia.
  • La víctima de signos de vida (respire con normalidad, o se mueva).
  • Nunca se considerará ninguna persona fallecida, ya que es un médico quién esta autorizado a certificar dicho fallecimiento.
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