FP Sanidad

¿Qué es una RCP o Reanimación Cardiopulmonar?

Por Sonia Ordóñez
Aprendiendo a hacer una RCP a un maniquí

Presenciar una parada cardiorrespiratoria en una persona y actuar a tiempo mediante la realización de una reanimación cardiopulmonar o, más conocida por su acrónimo RCP, es crucial para salvar una vida. No solo los profesionales de la sanidad como el Técnico en Auxiliar de Enfermería tendrían dominar esta técnica, sino que también se debería dar a conocer a toda la población con el objetivo de que se sepa responder de una manera adecuada, rápida y acertada mediante el correcto desarrollo del Soporte Vital Básico.

¿Qué significa RCP?

Cualquier persona ha escuchado muchas veces erróneamente frases como “ha sufrido un paro cardiaco”, “está en parada, se nos va”, sobre todo situaciones magnificadas por la industria cinematográfica, pero ¿qué significa RCP? Una reanimación cardiopulmonar es una técnica que sirve para salvar vidas en una situación de emergencia, entre ellas destaca un ataque cardiaco.

La reanimación cardiopulmonar básica se deberá llevar a cabo cuando se detenga los latidos del corazón o la respiración de una persona. De hecho, la Asociación Estadounidense del Corazón hace una recomendación: toda persona, ya sea observadora o personal médico, tendrá que comenzar la RCP con compresiones en el pecho del accidentado.

Para realizar una correcta reanimación cardiopulmonar los especialistas como, por ejemplo, el Técnico en Auxiliar en Enfermería a distancia, y los ciudadanos deberán conocer primero el funcionamiento de uno de los órganos más importantes del cuerpo humano: el corazón. En este músculo, que funciona por impulsos eléctricos, se produce un ciclo cardiaco, el cual según la demanda de flujo sanguíneo que necesite esa persona irá más rápido o menos.  Gracias a la sincronización de movimientos se puede mantener con vida, ya que la sangre es impulsada a todo el cuerpo llevando los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento.

Por ello, cuando hay que practicar una RCP no basta solo con entender que el corazón deja de latir. Por diversos factores, tanto externos como internos, este órgano puede sufrir alteraciones en su funcionamiento lo que provoca que el latido no sea eficaz. Es decir, la sangre no se mantiene en circulación y, por lo tanto, cada una de las células no tienen los nutrientes para realizar sus funciones, causando que con el transcurso de los minutos esas células empiezen a morir, así como los órganos y sistemas.

Por otro lado, antes de llevar a cabo una reanimación cardiopulmonar y activar la cadena de supervivencia con la RCP, las personas encargadas de ejecutar la técnica tendrán que saber que existe una gran diferencia entre las células cerebrales y la del resto del cuerpo. Todas las células aunque hayan estado algunos minutos sin recibir circulación pueden recuperarse y volver a la normalidad, en cambio las cerebrales una vez que dejan de funcionar no son recuperables.

Los estudios indican que desde que una persona entra en parada hasta que las células cerebrales empiezan a morir hay cuatro minutos y el 061 tarda en llegar a una emergencia 9 minutos y 23 segundos.  Aquí recae la importancia de poner el corazón en marcha lo antes posible con el objetivo de evitar daños mayores e irreversibles. El tratamiento para recuperar el buen funcionamiento del corazón, e intentar salvar una vida, es la combinación de la reanimación cardiopulmonar y el uso de un desfibrilador (DESA).

¿Cómo realizar una reanimación cardiopulmonar básica?

Para realizar una correcta reanimación cardiopulmonar básica no es necesario el uso de ningún equipo externo, ni medicación ni grandes conocimientos de medicina. Cualquier persona mínimamente formada podrá llevar a cabo esta técnica. Los pasos a seguir están bien estandarizados, no dejan lugar a la duda ni al error,  son fáciles y accesibles:

  1. Se debe de reconocer que una persona realmente se encuentra en parada cardiorrespiratoria. Por ello, en primer lugar se tendrá que comprobar que realmente no se despierta al llamarla. Si no se obtiene respuesta ni verbal ni realiza ningún movimiento, se pasa a los estímulos físicos, es decir, hay que zarandear al accidentado de forma suave pero concisa por si está dormido que despierte. Si con ambos estímulos la persona no emite ningún tipo de respuesta pasamos al siguiente paso.
  2. Comprobar si respira. Para esta acción se usará la maniobra frente-mentón para abrir las vías aéreas de la persona que se encuentra en parada cardiorrespiratoria. Hay que ver, oír y sentir la respiración, porque si no respira se estará ante una situación de emergencia.
  3. Antes de seguir con la RCP, y no menos importante, es alertar al 1-1-2 indicando la situación de emergencia, así como los datos de la localización.
  4. Inmediatamente después de solicitar ayuda a los servicios sanitarios y a las personas que se encuentren a nuestro alrededor debemos de iniciar la reanimación cardiopulmonar.
  5. Se pondrá a la persona boca arriba en una superficie dura y firme, se le desaloja tanto la ropa que pueda tener en el pecho como en el cuello. El objetivo primordial de la RCP es que la persona reanimadora será la que administre compresiones torácicas para que el impulso del corazón  se contraiga y relaje de manera artificial, con el objetivo de que la circulación vuelva a estar en funcionamiento.
  6. El reanimador se colocará de rodillas a la altura del pecho de la víctima y pondrá sus manos entrelazadas en la zona central del pecho, entre ambas mamas un poco más arriba del estómago. Una vez colocadas, con los brazos rectos y ayudándose de su propio peso ejercerá una fuerza en dirección hacia la columna vertebral del accidentado, con la intención de hundir el pecho de esta unos cinco centímetros. Esta acción se repetirá 30 veces.
  7. Después de las 30 compresiones se darán dos insuflaciones boca a boca para ser los pulmones de la persona. Ambas maniobras combinadas permiten que la circulación esté activa y, por lo tanto, las células no mueran.

Hoy en día, existen desfibriladores externos semiautomáticos (DESA), un aparato electrónico que dispone de dos parches autoadhesivos que se colocan en el pecho de la víctima y al accionar el botón administra una descarga eléctrica controlada al corazón que le permite recuperar el ritmo sinusal (normal) y conseguir salvar una vida. El conjunto de todos estos pasos para realizar correctamente una reanimación cardiopulmonar básica se conoce como cadena de supervivencia de una RCP y asegura que el reanimador está actuando de la mejor manera posible.