FP Sociocultural

Un día en el aula de Educación Infantil

Por Eva Luna Barba
clase de infantil

¡Buenos días!, ¿cómo estáis?, serán tus primeras palabras al comenzar tu jornada en el aula de Educación Infantil. A algunos les sonará a disparate, pero qué mejor que comenzar la mañana preocupándonos e interesándonos por las personas que nos rodean. El ser humano, desde su nacimiento, se constituye como un ser social y es por ello que debemos prestar atención a las personas que componen nuestro contexto; y no podía ser de otra forma que comenzando por el aula del  Grado Superior en Educación Infantil , donde te convertirás en el modelo y figura a imitar por tus alumnos y alumnas, donde sembrarás las bases del futuro adulto. ¡Pero a lo largo del día tienen lugar muchos más acontecimientos!

Para comenzar vamos a crear una asamblea que nos permita compartir y conectar con los niños y niñas, porque son muchos los temas de los que tenemos que hablar: desde cuan soleado ha amanecido hoy hasta las fantásticas aventuras que nuestros alumnos y alumnas han vivido este fin de semana. Se trata de un momento que nos permite evaluar cómo se encuentran hoy lo más pequeños, vigilar que todo transcurre con normalidad, conectar con ellos y fomentar su autoestima.

A partir de este momento pasarás a experimentar un sinfín de sensaciones en tu aula, donde crearéis vuestro propio microclima. Recuerda que en la escuela de Educación Infantil cada día será diferente y cada día te enfrentarás a nuevos retos, pero lo más importante es que cada día descubrirás y sentirás nuevas emociones, cada día aprenderás algo nuevo; cada día estarás creciendo más y más.

IMG de educadora infantil en aula

 

No olvides cargar tu mochila con…

Lo primero que debes saber es que una escuela es un espacio donde experimentarás múltiples emociones y además deberás enseñar a los más pequeños a regular las suyas. Vamos a recordar algunos de los aspectos que no puedes olvidar si quieres ser un educador infantil :

  • Emociones. Los niños desde muy pequeños se inician en el mundo de las emociones y los sentimientos, tanto es así, que desde antes de los 3 meses reconocen algunas de las emociones de sus seres más cercanos, como es la alegría o la tristeza. Es por esto que debemos crear un clima en el aula en el que permitamos al niño ser libre de expresar sus sentimientos y necesidades, para poder así crear unas buena base en su creación de autoconcepto y construcción de su propia personalidad.
  • Empatía. El niño se encuentra en pleno desarrollo y esto le hace atravesar continuamente por una serie de cambios físicos, psíquicos y emocionales para los cuales el educador debe estar preparado y convertirse en una fuente de confianza, apoyo y comprensión.
  • Conocimiento. Como educador debes conocer cada uno de los cambios que van a experimentar tus alumnos y alumnas, pues esto es esencial para poder detectar alguna anomalía o dificultad.
  • Creatividad. Y es que no solo debes conocer las diferentes etapas que atravesarán tus alumnos y alumnas, sino que debes cargar tu mochila con una gran variedad de estrategias y técnicas que te permitan adaptarte a las necesidades e intereses de los más pequeños, como pueden ser actividades, dinámicas, juegos, canciones, etc.
  • Capacidad de observación. Como buen educador que vas a ser vas a tener que actuar también como un buen detective, observando y registrando toda la información para poder ofrecer a tus alumnos y alumnas una educación basada en su propio centro de interés. Recuerda que aunque en clase convivan varios niños y niñas, se debe actuar desde una perspectiva individualizada, pues como comprobarás, cada niño y niña tienen una personalidad, un desarrollo y una maduración. Esto requerirá que realices continuamente una recogida de datos en la que además de observar y analizar, tendrás que ponerte en contacto con el resto de agentes educativos, entre los que se encuentra la familia. Estamos trabajando con uno de los mayores tesoros de una familia, los hijos e hijas, por lo que debes tenerlos en cuenta, realizar consultas, facilitarle información y ofrecer tu escuela como un espacio abierto donde familia y escuela trabajan juntos para lograr un mismo objetivo.
  • Paciencia. Ya sabemos que no hay dos niños o niñas iguales y que además la Educación Infantil se trata de una etapa en la que aprenden hábitos y normas de conducta básicos que necesitan para poder convivir en un mundo socializado. Es por ello que desde la afectividad tendrás que establecer una serie de límites y normas que el niño debe respetar. Olvida el autoritarismo, se trata de que los niños adquieran unas pautas que les permitan respetarse los unos a los otros y adaptarse una rutina diaria autónoma. Tenemos como fin educativo fomentar el desarrollo integral de la persona, creando personas autónomas capaz de tomar decisiones por sí mismos y establecer sus propios principios, por lo que en la creación de su propia identidad necesitan de una persona que los acompañe y ayude a ser constantes y autónomos.
  • Una sonrisa. Existen dos agentes educativos fundamentales en la vida de un niño o niña: la familia y la escuela. Como educador y representante del papel de la escuela debes tener en cuenta que para tus alumnos y alumnas no eres sólo un educador, sino un modelo y una fuente de seguridad que utilizan para guiarse en su día a día. Así, se presentarán situaciones nuevas para el niño o niña en las que no consigan el objetivo en el primer intento y es aquí, donde además de no perder la paciencia, no debes perder la sonrisa. Como hemos comentado los niños y niñas reconocen desde muy pequeños las emociones de las personas que lo rodean por lo que debes convertir tu sonrisa en tu mejor aliada, de manera que el niño no pierda la confianza en sí mismo fruto de la frustración.

Lo mejor de ser educador infantil en tu aula

Como puedes comprobar el titulado en Educación Infantil a distancia o en modalidad presencial se trata de una persona muy polivalente y con una serie de cualidades y características que lo completan. Es por esto que trabajar como educador infantil te va a convertir en una persona plena que se desarrolla y aprende día a día y te hará crecer como persona y profesional.

No olvides que además de esto, cada día te encontrarás rodeado de un grupo de niños y niñas que confían en ti y que te seguirán allá donde vayas, por lo que el cariño y la atención no te faltarán en ningún momento. Y es que tienes en tus manos una oportunidad de cambio en nuestro propio sistema, en nuestra comunidad, pues como decía Pitágoras, si educamos a los niños no será necesario castigar a los hombres.