Todos los niños son artistas, tienen creatividad, inventan, rompen las reglas, se equivocan y disfrutan de sus errores. Pero a medida que crecen parece que pierden esa intensidad emocional en sus creaciones, se vuelven menos arriesgados y sus producciones artísticas ganan en uniformidad. ¿Cómo podemos incentivar la creatividad infantil? En este artículo destinado a los alumnos y alumnas del FP Educación Infantil a Distancia damos las claves para fomentar la creatividad en el aula.
¿Qué está pasando? ¿Será fruto de la maduración que nos afecta a todos los seres humanos? ¿O será responsabilidad del aprendizaje? Pues bien, existe un solo culpable, y su nombre es “la escuela”.
"La creatividad es experimentar, inventar, crecer,tomar riesgos, romper las reglas cometer y errores y divertirse - Mary Lou Cook."
Desde que nacen, todos los niños son creativos
Donde yo crecí los tejados eran planos, el cielo a menudo rojo, los árboles eran pequeños, casi siempre arbustos pinchudos, con pocas hojas. Ríos, lo que se dice ríos no había, había una rambla, y cuando llovía mucho, corrían aguas torrenciales sucias, de un color gris, casi negro. Las montañas, a los lejos, tenían cierto tono ocre. Cuando fui a la escuela a los cinco años yo ya me había iniciado en la pintura. Recuerdo que mi maestra nos mandó a todos los recién llegados que pintáramos un paisaje típico con su casa, sus montañas y el resto de elementos. Yo estaba emocionado, porque aquella tarea se me daba bien, así que me dispuse a dibujar mi casa de tejado plano, mi cielo rojo, mi río de agua gris casi negra, mi arbusto pinchudo y mis montañas ocres. Fui corriendo a enseñárselo a la maestra convencido de que me daría su aprobación. Imaginad cual fue mi decepción cuando descubrí que aquello que yo había dibujado no sólo no era correcto, sino que además era una cosa horrible.
La maestra pronto nos explicó a todos los nuevos alumnos que las casas tenían una especie de triangulo encima (el tejado a dos aguas), que el cielo es celeste, los árboles grandes y verdes, el agua de los ríos azul… Nos lo explicó a todos porque entre los dibujos de todos mis compañeros artistas había todo un carnaval de creaciones de todo tipo. Evidente no las recuerdo, pero estoy casi seguro de que había paisajes de los más inverosímiles para la mente de mi maestra.
Yo no entendía aquel paisaje que describía la maestra, no había visto la nieve en las montañas, ese triángulo sobre el tejado, ni esos ríos tan azules. Pero como para todo niño, la maestra siempre tiene razón y lo importante era tenerla contenta y que nos felicitara por nuestro trabajo. No mucho tiempo después todos los alumnos sabíamos perfectamente dibujar un paisaje, lo teníamos muy claro, y todos nuestros dibujos era prácticamente iguales.
Murió la imaginación, murió el arte y la creatividad. Yo no sé si yo hubiera sido un gran artista, pero tengo claro que mi estilo era el realismo.
La escuela mata la creatividad y el pensamiento divergente fundamental para el avance científico
Yo no culpo a la maestra por lo que hizo, ella “sufrió” también la escuela, y su mente, sin ser del todo consciente, había sido moldeada en muchos aspectos hacía una uniformidad social. En definitiva, podemos decir que la escuela mata la creatividad. En palabras del eminente pedagogo Ken Robinson “Todo niño es un artista, porque todo niño cree ciegamente en su propio talento. La razón es que no tienen ningún miedo a equivocarse hasta que el sistema les va enseñando poco a poco que el error existe y que deben avergonzarse de él”
Esto es un verdadero problema, no sólo para tu hijo que quiere ser artista y nuestro sistema educativo no para de cortarle las alas, sino un problema grave para todo la sociedad, que al pasar por la escuela, en vez de ganar en creatividad gana en “imbecilidad”. Si imbecilidad, porque si consideramos que un rasgo de un ser inteligente es la creatividad, el pensamiento lateral, tal y como expone Edward de Bono o el pensamiento divergente, tal y como lo describió Guilford, la escuela no fomenta ninguno de ellos. Al contrario la escuela castiga este tipo de razonamientos y premia y valora lo que se conoce como pensamiento convergente, vertical o lineal. Este pensamiento representa la habilidad de dar la respuesta "correcta" a preguntas estandarizadas que no requieren significativamente de creatividad, como por ejemplo la mayoría de tareas escolares El pensamiento convergente preconiza que sólo existe una solución correcta para cada problema.
En este contexto no sólo nuestros artistas van a ver coartadas sus capacidades, habilidades e inquietudes, sino que nuestros científicos e ingenieros, que tienen que hacer frente a un mundo en constante cambio y con múltiples dificultades, tendrán que intentar responder a estos nuevos retos con las respuestas de siempre, descubriendo que no tienen la capacidad para responder de manera adecuada, que no son capaces de buscar soluciones nuevas a las problemáticas actuales.
¿Y por qué pasa esto en la escuela con la creatividad infantil?
¿Y por qué ha pasado esto en la escuela? En mi opinión varias podrían ser las razones:
- La primera de todas ellas sería la idea que se maneja en la escuela, de que un aula y sus alumnos es similar a un convoy de barcos, donde la velocidad la impone el más lento de los barcos, o el más “lento de los alumnos”, creencia que desecha de un manotazo el principio de diversidad. Porque eso de la diversidad en el aula, para muchos docentes, está bien en la teoría, pero realmente piensan que es un problema y todo es más sencillo cuando el alumnado es altamente es uniforme. A estos docentes les preguntaría yo lo que en su momento me pregunto Juan Fernández Sierra, Catedrático de Educación en la Universidad de Almería: “Piensa en una maratón multitudinaria, con gran diversidad de corredores, desde atletas de primer nivel hasta recién iniciados, todos corren la carrera, incluso es posible que todos puedan llegar a la meta ¿pero crees que los más dotados tendrán muchas dificultades para llegar los primeros? ¿Crees que los menos dotados serán realmente un obstáculo para ellos? Cada uno que saque sus propias conclusiones.
- La segunda razón tendría que ver con el currículo impuesto por nuestros gobiernos, un currículo que deja de lado las humanidades y el arte, y únicamente valora las ciencias. Este es un currículo eminentemente sexista en el que predominan las materias históricamente ligadas al género masculino, como la física o las matemáticas, materias que requieren de una gran capacidad abstracta de la cual el hombre es poseedor. Y se menosprecian la economía doméstica, labores, música y la formación social, áreas del currículo propiamente femenino. Por otro lado y en relación también al currículo "Afirmo, señores, que las reducciones propuestas en el presupuesto especial de las ciencias, las letras y las artes son doblemente perversas –argumentaba Víctor Hugo frente a una propuesta ministerial de recortar fondos para la cultura en 1848–. Son insignificantes desde el punto de vista financiero y nocivas desde todos los demás puntos de vista”. ¿Y esto que quiere decir? Pues que durante la revolución industrial se instauró la idea de que lo verdaderamente útil es aquello que produce beneficios, y que por tanto el currículo tenía que contener los conocimientos para hacer productivas a las personas. El resto de conocimientos, tales como el arte o la filosofía, no sólo no son útiles, sino que pueden ser hasta peligrosos ¿sino porqué creéis que sucedió el saqueo de la biblioteca real de Louyang efectuado por los Xiongnu en China o la quema de manuscritos paganos en Alejandría, decretada por el obispo Teófilo? Tiempo atrás, en la Grecia Clásica o durante el Renacimiento Arte y Ciencia iban de la mano, sin ser una más importante que la otra. Pensad por ejemplo en Leonardo da Vinci.
Esto que estoy contando aquí no ha pasado desapercibido para las grandes compañías como Google. Su jefe de recursos humanos llegó a decir que el expediente académico no sirve para nada a la hora de contratar nuevos empleados y que la gente que tiene éxito en la universidad es un tipo de gente específicamente entrenada para tener éxito en ese ambiente, gente que sabe responder exactamente lo que el profesor quiere escuchar. Sin embargo, las empresas de éxito necesitan gente a la que le guste averiguar cosas para las que no hay una respuesta obvia, algo que no se entrena en la universidad.
¿Y qué puedes hacer tú, como madre, padre o educador?
Y sabido todo esto, qué puedes hacer tú, como madre, padre o titulado en Educación Infantil a distancia en la escuela. Aquí te daré sólo unas pinceladas, el resto se lo dejo a tu capacidad creativa:
- Valora cada una de las producciones escolares de tus alumnos. No las juzgues o menosprecies únicamente porque son cosas de niños, es posible que tengan mucho valor. Por ejemplo, un cuadro pintado por niños de 2 y 3 años y expuesto en ARCO (feria internacional de arte), pasó totalmente desapercibido entre obras de maestros de pintura abstracta, es más, fue valorado en 15.000 euros por todos los visitantes.
- Deja espacio para la imaginación, el juego, y la expresión en diferentes disciplinas, tales como el dibujo, la danza, la música o las manualidades.
- No te burles, ni castigues sus creaciones, por extrañas que sean.
- Educa en la diversidad, y para la diversidad y el respeto a lo diferente.
- No des respuestas “válidas”, ayúdales a que cada uno encuentre soluciones creativas para cada uno de los problemas planteados.
- Fomenta el trabajo en equipo, la cooperación y la experimentación y permite ideas disparatadas.
- Permite los errores, ten en cuenta que los errores no existen, sino que se trata de descubrir aquello que no funciona.
- Lee cuentos, incita a la lectura, selecciona cuentos alejados de estereotipos sexista.
- Visita exposiciones, museos de arte y de ciencia.
- Cultiva sus sueños y enséñale a gestionar sus emociones para que gane el tesón necesario para alcanzarlos.