La educación emocional es un proceso educativo, continuo y permanente que potencia el desarrollo de las competencias emocionales, como el desarrollo personal, con el objetivo de aumentar el bienestar personal y social.
Las emociones están presentes en nuestro día a día, ya sea en personas mayores o en niños pequeños, la diferencia es que los niños solo pueden gestionarlas y así van adquiriendo herramientas y recursos para poder manejarse de manera autónoma.
Las emociones las tenemos desde antes de nacer y es muy importante que las desarrollemos en la etapa de la Técnico Superior en Educación Infantil, ya que los niños tienen una sensibilidad especial para sentir y por la inmadurez de su cerebro no tienen la capacidad de expresarlo, por lo que debemos de trabajarlo y darle las herramientas necesarias para conocerse, quererse y sentir con los otros.
Tenemos diferentes etapas para poder trabajar la educación emocional con los más pequeños. En infantil nos vamos a encontrar con niños de diferentes edades, desde los 4 meses hasta los 3 años y en cada etapa vamos a trabajar de manera diferente.
Con niños de edades comprendidas entre el nacimiento y los 12 meses, al nacer los niños son indefensos y son totalmente dependientes del entorno que les rodea, el cual tiene que prestarle que el bebe requiere para cubrir sus necesidades.
Los más pequeños tiene la capacidad para responder emotivamente, sin embargo al nacer no muestran conductas emotivas bien definidas, antes de que pase el periodo del neonato este ya puede sentir reacciones ante el placer y el desagrado y las respuestas que demuestran es el llanto a lo que ellos entienden por desagradable y una respuesta agradable es cuando le satisfacen algunas de sus necesidades como es puede ser el darle el pecho o el biberón.
En los tres primeros meses sus reaccione son exageradas y le sirven de manera de descarga, con el paso del tiempo se convierten en un elemento de comunicación.
A partir de los 4-5 meses aparece la rabia y el disgusto y responde más a las expresiones de la cara y de la voz.
A partir de los 6-7 meses reacciona antes lo desconocido con tensión y miedo, con ello el miedo y la ansiedad va relacionada a la separación temporal de la madre o padre cuando empiezan la guardería, esta sensación irá desapareciendo cuando establezca el vínculo afectivo con el nuevo entorno que le rodea.
A partir de los 8 a 9 meses expresa con gran facilidad alegría, disgusto y la rabia y se da cuenta de las personas que están disgustadas con él.
Al año el bebe irá expresando sus necesidades mediante sus gestos, actitudes y contacto visuales dándose así un intercambio afectivo con los demás.
¿Cómo podemos trabajar la educación emocional con bebes de 0 a 1 años?
- Protegiéndolo ante los peligros.
- Dándole los cuidados básicos como son la alimentación, higiene y sueño.
- Estableciéndole vínculos afectivos
- Ayudándole a explorar su entorno
- Mediante el juego.
A partir de los 13 meses hasta los 24 meses, aparecen nuevas emociones y las tenemos que trabajar de manera diferente para sacar de ellos todo lo mejor. Desde los 13 a los 18 meses los niños muestran afecto de manera cariñosa, a través de besos y abrazos, pero a partir de los 15 meses pueden aparecer los celos.
Una manera de atender estas necesidades es estar acompañándolo y siendo cariñoso con ellos para que ellos puedan desvincularse de las emociones negativas como los celos, ansiedad, frustración… y de esta manera es más fácil que puedan expresar sus emociones por medio de la imitación.
Desde los 18 a 24 meses, esta es una etapa más compleja puesto que los más pequeños se sienten de manera independiente y autónoma y puede empezar a existir un tira y afloja entre el pequeño y el adulto. El pequeño siente la necesidad de explorar los límites de su poder y necesitan manipular para poder conocer y establecer la fortaleza.
¿Cómo podemos trabajar la educación emocional en niños de 13 a 24 meses?
- Los adultos somos modelos a seguir por lo que debemos favorecer su identidad
- No debemos frenarles las necesidades de curiosidad
- Enseñarle a comunicarles a través de su cuerpo.
Desde los 24 hasta los 36 meses, es necesario comprender que los niños a estas edades pegan de manera involuntaria, cuando se ven frustrados por no poder conseguir lo que ellos quieren, pero sin intención de hacer daño.
A estas edades es conveniente trasmitirle la empática con sus sentimientos, a partir de ahí debemos enseñarle que controle sus emociones, para que ellos tengan un mundo emocional más equilibrado.
A medida que se acercan a los tres años puede aparecer una crisis que tiene como objetivo poder probar su capacidad de poder, manipular y enfrentarse a diferentes alternativas, es lo que llamamos que un niño o niña es “cabezota”.
Los más pequeños van aprendiendo que su capacidad de actuar es limitada por el adulto y cada vez se siente más autónomo. Cuando llegan a ese punto, existe un equilibrio entre lo que el adulto quiere conseguir del niño o niña y lo que estos quieren llegar a expresar.
¿Cómo podemos trabajar la educación emocional entre niños de 24 a 36 meses?
- Debemos de ponerle nombre a las emociones para que ellos vayan sabiendo cómo se llaman.
- Tenemos que servir de modelos ante ellos
- Aparece el juego simbólico y a través de estos descargan parte de su tensión y les ayuda a expresar la ansiedad ante diferentes acontecimientos.
- Al aumentar sus miedos, los adultos debemos de estar ahí para ayudarles a enfrentarse a ellos.
La guardería es un lugar importante para que los niños y niñas aprendan a expresar sus emociones, ya sea bien con adultos o con sus iguales. Por ello, el Técnico Superior en Educación Infantil, como profesional, tendrá que ofrecerle el camino adecuado para que ellos se expresen por sí mismos y a la vez ir guiándoles para que encuentren su equilibrio emocional y puedan transmitirlos libremente.