En un mundo económico, globalizado y cambiante, la dirección de una empresa tiene que tener presente que es fundamental llevar a cabo una buena gestión de inventario, es decir, controlar el proceso productivo, la valoración de existencias y los presupuestos a fin de cumplir con los objetivos marcados en el plan estratégico de negocio.
Esta idea se desarrolla principalmente porque una organización tiene como finalidad vender bienes o servicios para satisfacer las necesidades de los consumidores con la mentalidad de ganar dinero con ello. Para que la actividad empresarial se desarrolle correctamente son muchos los actores que intervienen dentro de una entidad, y uno de los esenciales es el Técnico Superior en Administración y Finanzas, cuyo papel es clave para conseguir el éxito empresarial.
Una de sus principales labores es la función financiera que se encarga de controlar todo lo referente a la inversión de una entidad. Asimismo, deberá estar presente en prácticamente todas las decisiones que tome la empresa para no perjudicar la situación económica de la misma. Para conocer el estado de las cuentas, los especialistas suelen desarrollar unos datos anuales entre los que se recopila gran cantidad de información y se destacan los métodos de valoración de existencias.
¿Qué es la valoración de existencias?
Entre los objetivos del departamento de función financiera se encuentra la realización de una buena valoración de existencias, cuyas acciones consisten en contabilizar el almacenamiento del que dispone una empresa y asignar el valor correcto para estas mercancías, técnicas fundamentales que se aprenderán en el Grado Superior de Administración y Finanzas a distancia.
Aún así, para que el concepto quede más claro, hay que matizar que las existencias son el conjunto de bienes que posee una empresa, los cuales estarán destinados a la venta, si se trata de una empresa comercial, o se emplearán en la transformación e incorporación al proceso productivo en caso de que se trate de una empresa industrial.
Es normal que, al cerrar un ejercicio económico, las empresas realicen una valoración de existencias para comprobar su variación respecto al inicio. Además, esto le permitirá cerciorarse y otorgar a los suministros un valor contable, así como establecer si se ha producido un beneficio o una pérdida.
Métodos de valoración de existencias
A la hora de valorar las existencias las empresas deben guiarse por el precio de adquisición de los recursos que serán comercializados sin necesidad de transformar, o por el precio de producción para aquellos bienes que hayan tenido que ser transformados dentro de la empresa. Una vez que la entidad tiene claro este paso, existen dos métodos de valoración de existencias, contemplados por las Normas Internacionales de Información Financiera, para desarrollar esta acción:
Método Precio Medio Ponderado
El también conocido como método PMP se suele emplear cuando en el almacén se producen entradas del mismo producto en lotes con diferentes precios. Dichas llegadas se anotarán cada una a su precio de coste o fabricación, a su vez, para las salidas se calculará una media ponderada de todos los precios de adquisición.
La técnica del Precio Medio Ponderado se utiliza sobre todo para productos cuyo coste aumenta año tras año y que no suelen tener preferencia de venta, aunque es necesario mantener de forma permanente un control del stock disponible.
Método FIFO
Este método de valoración de existencias se conoce por su concepto en inglés First In, First Out (FIFO), aunque en España se suele emplear más el término de primera entrada, primera salida (PESP). Dicha técnica, tal y como indica su nombre, se centra en que el producto inicial que entre será el primero en salir, es decir, las primeras ventas corresponderán a las mercancías más antiguas.
Por otro lado, este procedimiento cobra mucho sentido al emplearse para productos perecederos, los cuales deberán ir saliendo en función de sus fechas de caducidad para evitar así su deterioro.
Durante el periodo en que las existencias se encuentran almacenadas puede darse la situación de que se estropeen, bien por algún daño o accidente que sufran, o por posibles cambios en la demanda de los consumidores. Aunque esto provoque una pérdida de valor en ellas, deberán ser contabilizadas a fin de poder ajustar correctamente la contabilidad de la empresa.
En definitiva, en este artículo se ha podido ver cómo este sistema especulativo permite a la empresa conocer más sobre la valoración de sus productos, así como sus costes. Además, ambos métodos de valoración de existencias se pueden complementar y las entidades serán las que elijan cuál es mejor emplear para sus objetivos.