Tener un animal al cargo es una gran responsabilidad, pero esta es aún mayor al tratarse de un caballo. Para llevar a cabo unos correctos cuidados del caballo, es necesario disponer de un espacio acondicionado para este animal así como una la alimentación adecuada, aspectos que conoce de primera mano el Técnico en Guía en el Medio Natural y de Tiempo Libre. A continuación, desarrollaremos los puntos básicos para el cuidado de un corcel.
La cuadra, un equipamiento del caballo básico
Las cuadras proporcionan refugio a los animales para que puedan descansar. Estos habitáculos suelen ser espacios individuales y abiertos donde el animal pueda tener el espacio suficiente y el jinete pueda observar y manipular al corcel de manera cómoda, regulando de manera sencilla aspectos como la alimentación o la higiene.
Las dimensiones mínimas con las que debería contar la cuadra son 3,50 x 3 metros. Por su parte, una de las desventajas de estas estancias es que, si no mantenemos unos cuidados del caballo adecuados y el animal no sale con frecuencia, esto puede acarrear serios problemas para la salud y/o vicios.
Otro de los aspectos a tener en cuenta sobre las cuadras es que el animal defeca dentro de la estancia, por lo que será básico en los cuidados del caballo el mantener una correcta higienización del espacio, un trabajo manual que puede ser tedioso. En el mantenimiento de la cuadra será necesario:
- Sacar el estiércol al menos dos veces al día.
- Remover la cama y ventilar. Esta cama estará compuesta de paja, aportándole al caballo un espacio amortiguado y cómodo en el que poder tumbarse para descansar. Además, la cama deberá cambiar parte de la paja un par de veces a la semana.
- Limpiar el bebedero y el comedero un par de veces por semana para eliminar cualquier residuo de comida.
- Se recomienda pintar al menos una vez al año para desinfectarlas y matar cualquier bacteria que pueda vivir en ellas.
Importancia de la higiene en los cuidados del caballo
De igual manera que la cuadra debe mantenerse limpia para favorecer el bienestar y la salud del animal, también es de vital importancia mantener su propia higiene al día. Para el baño de los caballos no hay una frecuencia establecida, habrá que hacerlo cada vez que sea necesario, y dependerá del ejercicio físico al que haya sido sometido. Sin embargo, un aspecto muy importante es mantener una rutina diaria de limpieza en el pelaje y los cascos.
Un caballo con el pelaje bien cuidado y aseado luce mucho más bonito y saludable, pero no todo son las apariencias. Con el cepillado quitamos las células muertas del pelo y la suciedad, así como las toxinas. Además, es importante destacar el vínculo que se crea entre animal y cuidador en esta rutina.
Hay un dicho que dice que “sin pie no hay caballo”, por lo tanto, el cuidado de cada una de las estructuras del pie del caballo nos llevará a tener un animal saludable con el que poder disfrutar de la equitación al máximo. Para el cuidado diario del pie, primero debemos empezar por la muralla (parte superior del casco) limpiando toda la suciedad con un cepillo de cerdas; posteriormente proseguimos con la suela y sobre todo con los surcos de la ranilla. Para esto usaremos el limpiacascos.
Por otro lado, es importante revisar los cascos del caballo antes y después del ejercicio, por cualquier piedra o agente externo que se haya podido quedar alojado y que pueda ocasionar heridas al animal.
La alimentación del caballo y su actividad física
Los cuidados del caballo en el plano de la alimentación son delicados, ya que su aparato digestivo es sensible. Su intestino mide aproximadamente unos 26 metros de longitud y sus digestiones suelen ser pesadas. Así, la principal causa de muerte de los caballos es el cólico equino, por eso una buena alimentación y el ejercicio diario son fundamentales para el buen estado físico de nuestro animal.
La comida, el agua y la sal son alimentos esenciales en la dieta de los equinos. Sin embargo, su alimentación variará en función de distintos factores, como el tamaño, el peso, la raza, la edad o la actividad física a la que esté sometido. La dieta estará formada fundamentalmente por heno, alfalfa, paja y pienso. Algunas de las pautas para la correcta alimentación del caballo son las siguientes:
- Alimentarlo varias veces al día.
- Seguir unos horarios de alimentación y no romper esa rutina, cambiarla podría ocasionar trastornos.
- Hay que dejarles al menos una hora de descanso después de la comida.
- Ejercitar al caballo a diario, la falta de movimiento le origina gases y problemas digestivos.
- Abundancia de agua limpia y fresca. Necesitan entre 25 y 55 litros diarios.
En cuanto a la actividad física necesaria para el caballo, dependerá de la raza y la edad del animal, pero, como mínimo, estos animales necesitan una hora de ejercicio al día durante cuatro días a la semana. El exceso de ejercicio puede ser lesivo, por eso el descanso también es fundamental en los cuidados del caballo, como al menos un día a la semana debe descansar. Una buena rutina de entrenamiento puede ser 10 minutos al paso a una mano y a otra, para calentar, seguidamente podemos trotar, galopar tranquilamente.
Sin duda, la equitación está reservada para aquellas personas que sientan pasión por el corcel y que sean capaces de asumir los cuidados del caballo para ofrecerle un mantenimiento adecuado que garantice su salud y bienestar. Además, el responsable de este animal, ya sea un guía ecuestre o un particular, deberá tener un espacio habilitando donde el caballo pueda moverse con libertad.