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El deporte adaptado: baloncesto en silla de ruedas

Por Consuelo Alcázar Salmerón
Deporte adaptado a silla de ruedas

El baloncesto en silla de ruedas (BSR), que estudiamos en TSEAS, es una modalidad del denominado deporte adaptado, dirigido a personas con discapacidad. Aporta numerosos beneficios físicos y fisiológicos, promociona la independencia de la persona y transmite grandes valores como la superación; además, sirve como integración social y es rehabilitación.

Tras mi visita a Cludemi (Club de Baloncesto en silla de ruedas en Almería), me gustaría hablar de este magnífico deporte. El baloncesto en silla de ruedas, como ocurre en general el  deporte adaptado, no goza de la misma popularidad y reconocimiento que los deportes convencionales. Para comenzar nos situaremos en su origen.

El baloncesto en silla de ruedas como deporte adaptado

El baloncesto en silla de ruedas es una modalidad para personas con discapacidad física que tiene su origen en la década de 1940, en Estados Unidos de la mano de Ludwig Guttman, el cual adaptaba deportes convencionales a silla de ruedas. Empleó un programa de rehabilitación en exjugadores estadounidenses de baloncesto que sufrieron lesiones de guerra en la II Guerra Mundial y querían seguir practicando algún deporte.

Los primeros juegos mundiales que se celebraron fueron los de Stoke Mandeville Wheelchair, en Inglaterra en 1947. Desde entonces, este deporte se extendió por todo el mundo, sirviendo  de inspiración para los Juegos Paralímpicos, los cuales se celebraron en Roma en 1960. A partir de ahí, llevan celebrándose hasta la actualidad, practicándose en más de 80 países.

Diferencias del baloncesto en silla de ruedas y el baloncesto tradicional

El Técnico en Enseñanza y Animación Sociodeportiva a distancia debe conocer las principales diferencias entre estas dos modalidades, aunque el baloncesto en silla de ruedas es prácticamente igual que el que se practica a pie: misma medida de la pista, canasta a la misma altura,  idéntico sistema de puntuación (1,2 y 3 puntos), número de jugadores, duración del partido… excepto las que resumimos y nombramos a continuación:

  • La principal diferencia respecto al baloncesto tradicional, aparte de la obviedad del uso de una silla de ruedas, es que a cada componente del equipo se le puntúa según una escala de valoración de puntos con rangos comprendidos del 1 al 4,5 (de mayor a menor discapacidad). En este sentido, los jugadores en pista no pueden superar los 14,5 puntos; de hacerlo, se sancionará al entrenador de tal equipo con una “técnica”.
  • Otro gran aspecto a destacar es que en la regla tradicional conocida como 'pasos', lo que se contabiliza son los impulsos, permitiéndose como máximo dos. Es decir, el jugador que tiene balón bota o pasa la pelota tras empujar su silla dos veces. Si tuviera que dar más impulsos, ha de botar la pelota, mientras se desliza, no puede llevar el balón cogido, se lleva o en el aire o sobre las rodillas, pero nunca agarrado con las rodillas.

La silla de ruedas:sin duda alguna, este es el principal 'vehículo' de la disciplina y está sujeto a  una serie de normas bien definidas por la IWBF (International Wheelchair Basketball Federation). Precisamente de su web extraemos las normas más destacadas:

  1. Se compone  de 3 ó 4 ruedas: dos grandes atrás y una o dos pequeñas delante.
  2. La máxima altura desde el suelo a la parte superior del cojín, cuando se use, o a la parte superior del asiento, cuando no se use, no debe exceder de 63 cm para jugadores de las clases 1.0 a 3.0 y 58 cm para jugadores de las clases 3.5 a 4.5.
  3. La barra de protección horizontal en la parte frontal/lateral de la silla de ruedas debe estar a 11 cm del suelo en su punto más adelantado y en toda su longitud. Esta barra podrá ser recta o curvada, pero no debe acabar en punta.
  4. A la silla de ruedas se le podrá añadir uno o dos dispositivos anti-vuelco con un máximo total de dos pequeñas ruedas ('castors') unidos al marco o al eje trasero y situados en la parte posterior de la silla de ruedas. Las ruedas antivuelco ('anti-tip castors') no deben sobresalir más allá del plano.
  5. El número va en la parte delantera de la camiseta y en la silla de ruedas también.
  6. No podemos olvidarnos de las 'ataduras', los jugadores deben ir sujetos mediante un cinturón. En este sentido, al jugador se le prohíbe despegar sus glúteos del asiento; si el árbitro lo detecta, cometerá una falta técnica.

Competiciones en el baloncesto en silla de ruedas: el deporte adaptado

A nivel organizativo, en España, el baloncesto en silla de ruedas (el deporte adaptado)  está regulado por la FEDDF (Federación Española de Deportes de Personas con Discapacidad Física). Desglosando las competiciones existentes en la LIGA BSR, nos encontramos en el máximo nivel la categoría División de Honor y por debajo la 1ª Nacional.

La División de Honor consta actualmente de 11 equipos, los 8 primeros se disputarán el título de Liga y los 3 últimos una fase de permanencia en la que a final de temporada uno se quedará y los otros dos bajarán.

  • El campeón de la Liga juega la máxima competición europea, la Copa de Europa
  • La Copa del Rey la disputan los 7 primeros equipos en la clasificación de la Liga junto al equipo organizador.
  • El campeón de la Copa del Rey disputará la Copa de Europa Andre Vergauwen

La 1ª Nacional se compone de tres grupos divididos por zonas (Norte, Este y Sur). Los tres primeros clubes de cada grupo jugarán una fase posterior para luchar por el ascenso, de ellos ascenderán dos.

No debemos olvidarnos de los Campeonatos de España por Comunidades Autónomas, Campeonatos de España Promesas y Campeonatos Escolares.

En la actualidad, nos encontramos ante la Selección Española de Baloncesto en Silla de Ruedas. con grandes éxitos desde que este deporte comenzó su andadura por España en 1969. Tal éxito la sitúa en el tercer puesto en el podio europeo en estos momentos, con sendos logros como el cuarto puesto en el mundial de Incheon (Corea del Sur) en 2014; medalla de bronce en el Europeo de Frankfurt (Alemania) en 2013, quinto puesto en los Juegos Paralímpicos de Londres, bronce en el europeo en Nazaret (Israel) en 2013…Sin embargo todos estos éxitos han tenido poco reconocimiento y difusión por parte de los medios de comunicación. Y yo me pregunto… ¿por qué?

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La difusión del baloncesto en silla de ruedas en los medios de comunicación

Si recapitulamos lo narrado hasta ahora, no es difícil apreciar que esta disciplina requiere mucho sacrificio y esfuerzo al estar postrado en una silla de ruedas, y es que estos jugadores compiten con la misma pasión que cualquier otro jugador de baloncesto a pie dejándose el alma en cada jugada.

La realidad actual es que estamos frente a la mejor generación de jugadores de baloncesto en silla de ruedas, el deporte adaptado (BSR) en España, pero, ¿por qué solo el sector deportivo de personas con discapacidad conoce estas noticias? ¿Qué medios de comunicación están al tanto de esto? ¿Acaso no merecen el mismo trato y difusión por el hecho de jugar en una silla? Luis Espinosa, árbitro de mesa de ACB afirma lo siguiente: “Por una razón muy sencilla: porque no es un espectáculo. Es simplemente un deporte. Pero no por el hecho de que sean personas con discapacidad sino porque no venden, como tampoco lo hace el baloncesto femenino o el baloncesto de base”.

A esto se le une que muchas personas creen que tener una discapacidad significa ser “inútil”, “inválido”, por lo que tienden a ver a estos deportistas desde una perspectiva de “pena y lástima”. En este camino, queda mucho por hacer para concienciar a toda la sociedad de lo capacitados que están para realizar deporte como otra persona sin discapacidad.

Empatía en el baloncesto en silla de ruedas (BSR)

Como comentaba al principio del artículo, hace unas semanas, algunos de nuestros alumnos TECO y yo tuvimos la suerte de poder entrenar con Cludemi, club que juega actualmente en 1ª Nacional. Nos ofrecieron sillas y entrenamos con ellos. He de decir, que en todos estos años practicando diferentes deportes, no he tenido experiencia similar a ésta. Sin duda alguna, ha sido una de las más satisfactorias y bonitas que me ha regalado el deporte. Puedo confirmar que las exigencias físicas que tiene esta modalidad son mayores que las del baloncesto a pie.

Aprendimos muchos valores con José Antonio Segura y sus chicos como la superación, esfuerzo y empatía, ya que vivimos en nuestras carnes las grandes diferencias que existen entre lanzar sentado o lanzar de pie, así como el desplazarse corriendo en bipedestación o desplazarse impulsándose con una silla.

Os animo a que reflexionéis acerca de el deporte adaptado, puesto que aunque en el caso del baloncesto en silla de ruedas está habiendo un avance, no tiene la misma atención económica, social y mediática que los deportes convencionales, cuando de lo que se trata realmente, es de un deporte ESPECTACULAR.

Me gustaría concluir planteándoos las siguientes cuestiones: el deporte adaptado

¿Seríais capaces de sentaros en una silla de ruedas y jugar a baloncesto? ¿Cuántas canastas creéis que encestaríais?

¿A qué esperáis para probar?