En este Máster profundizarás en materia educativa y pedagógica, aplicando protocolos de atención temprana.
La vuelta al colegio es un momento muy importante en la gestión de emociones con niños que deben adaptarse a un cambio notable en su rutina afrontando nuevas obligaciones, horarios y diciendo adiós a regañadientes al divertido verano.
Además, en este nuevo curso las emociones en los niños se enfrentan a un nuevo factor, el del miedo ante la situación de crisis sanitaria. En este contexto se plantea un nuevo escenario un poco confuso en el que los pequeños deberán asumir nuevas normas y prácticas para garantizar el establecimiento de un ambiente seguro.
En este contexto, el papel de los padres es esencial, aunque también el del profesional, que con un Máster en Atención Temprana e Innovación Educativa dominará las características psicoemocionales del menor y las claves educación emocional infantil. De este modo, tendrá en su mano la capacidad de hacer que la vuelta al colegio sea más sencilla para ellos, ayudándoles adaptarse a la normalidad.
Educación emocional infantil, claves para trabajarla en casa
Tras casi tres meses disfrutando de sus vacaciones, la vuelta al colegio supone un cambio radical en las rutinas de los más pequeños, y aunque tengan ganas de volver a clase y ver a sus compañeros, pueden sentirse aturdidos, tristes e incluso irritados.
En este sentido el papel de los padres es esencial a la hora de gestionar las emociones infantiles, ya que generalmente, las familias tienden a penalizar este tipo de actitudes que pueden dejarse ver a nivel emocional o actitudinal, reprochando al pequeño su comportamiento.
Sin embargo, esta no es la vía adecuada para conseguir controlar las emociones del niño, sino que el primer paso debe ser ayudarlo a expresar esos sentimientos. Para ello deberán ser capaces de identificar qué están sintiendo y el motivo por el que se produce esta emoción de manera que puedan ponerle un nombre a lo que les ocurre.
Por otra parte, es importante que los adultos sean los primeros en dar ejemplo, manteniendo una actitud controlada y en el caso de enfrentarse a una situación estresante hacer que entiendan por qué se sienten de determinada manera y que deben buscar vías para calmarse.
Otro factor importante para controlar las emociones infantiles es promover una vuelta a la rutina progresiva, cambiando poco a poco sus horarios para que se vayan acostumbrando a las normas del hogar que se establecerán durante el curso escolar. En este sentido, también deben ser partícipes de su vuelta a la rutina, tomando partido en la compra de material o la elección de actividades extraescolares.
Una vez que comience el curso también será importante hacer un seguimiento de las emociones del niño con el objetivo de evaluar cómo está siendo la adaptación. Para ello es importante establecer momentos en familia en los que poder hablar, como en la hora de la comida o de la cena. En ese momento, los padres deberán de escuchar el testimonio del niño tratando de reforzar las buenas actitudes y restar importancia a los aspectos negativos.