En este Máster conocerás nuevas técnicas de readaptación de lesiones para mejorar el rendimiento deportivo
Las lesiones deportivas son uno de los principales riesgos a los que se expone una persona durante la práctica de ejercicio físico, ya que la realización de un movimiento incorrecto de manera repetida o la sobrecarga de músculos, huesos y articulaciones puede llegar a provocar un daño irreparable que acabe con la carrera de un atleta profesional o amateur.
Por ello, en un momento en el que el deporte comienza a tener un papel vital en la sociedad es preciso realizar un trabajo de concienciación sobre la práctica de la actividad física de manera responsable, valorando los riesgos a los que se expone el cuerpo y contando con profesionales que puedan ayudar al deportista a optimizar su rendimiento deportivo de manera segura.
En este punto aparece la figura del readaptador deportivo, un experto que adquiere especial relevancia en el ámbito del deporte profesional, promoviendo un entrenamiento consciente en el que se puedan prevenir las lesiones más frecuentes derivadas de una práctica deportiva concreta y readaptar rápidamente al deportista tras padecer una de ellas.
¿Qué es un readaptador deportivo?
El readaptador deportivo, también conocido como readaptador físico, es una figura de vital importancia en equipos profesionales, jugando el papel de un preparador físico experto en el ámbito de la prevención y readaptación de lesiones que interviene en el entrenamiento de los deportistas con el objetivo de reducir el riesgo de lesión.
En el caso de que ésta ya se haya producido, el readaptador deportivo ayudará al atleta a realizar una vuelta a la normalidad rápida y progresiva mediante la realización de ejercicios que vayan aumentando en dificultad hasta que la zona dañada pueda adaptarse de nuevo a la actividad que realizaba antes de la lesión, minimizando el riesgo de recaída en la misma.
Muchos confunden al readaptador físico con el fisioterapeuta, aunque ambos profesionales realizan un papel diferente en la recuperación de una lesión. Mientras que el fisio se encarga de incidir sobre la zona dañada, ya sea de manera manual o empleando maquinaria que mejore el estado del músculo o la articulación, el readaptador se especializa en la realización de ejercicios para que sea la propia zona lesionada la que se adapte de nuevo a la normalidad de manera progresiva. Sin embargo, ambas profesiones son complementarias, ya que un fisioterapeuta puede especializarse en el ámbito de la readaptación deportiva mediante un Máster en Prevención y Readaptación de Lesiones.
Importancia de la prevención de lesiones en el deporte
Durante la práctica de ejercicio físico los deportistas emplean las diferentes partes de su cuerpo de manera intensa. La causa más frecuente de una lesión deportiva suele ser la sobrecarga, así como la realización de impactos de alta intensidad que pueden provocar una fractura o rotura de tejidos.
Por este motivo, un readaptador deportivo debe tener siempre presente la idea de que “es mejor prevenir que curar”. Esto quiere decir que hay que contemplar la prevención de lesiones durante el entrenamiento con el objetivo de obtener el máximo rendimiento del deportista de manera segura, evitando así el parón y el riesgo que conlleva padecer una lesión.
Para comprender la importancia de un readaptador deportivo hay que tener en cuenta que una misma lesión de tipo leve, como por ejemplo un esguince, sin la ayuda de un experto puede tener una recuperación de entre 8 y 12 semanas y con un readaptador físico puede reducir este tiempo a unos pocos días de reposo, integrando poco a poco ejercicios de movilidad y resistencia que ayuden a la zona dañada a recuperarse.
Esta especialización dentro del mundo de la salud está ahora mismo en auge por la cantidad de personas que realizan deporte y conocen la importancia de un readaptador físico. Pero este profesional no se tiene que centrar solo en el ámbito deportivo, sino que puede readaptar a personas que han sufrido una lesión en su vida diaria, ya que muchas veces no necesitan un masaje, sino reeducar el músculo, hueso o articulación a las necesidades de su rutina.
El readaptador físico y la tercera edad
Como se mencionaba anteriormente, aunque el readaptador físico es especialmente relevante en el ámbito del deporte y la actividad física, este profesional juega también un papel muy importante con colectivos que presentan problemas de movilidad. Este es el caso de la población anciana o que por determinadas patologías presenta dificultades para usar su cuerpo de manera óptima.
Aunque está demostrado que trabajar de manera funcional con este tipo de colectivos en situaciones normales, es decir, sin sufrir ningún tipo de lesión, ya se traduce en resultados positivos, la readaptación de lesiones es especialmente importante. Por ejemplo, cuando un anciano se rompe la cadera, una de las incidencias más comunes entre este colectivo, la mayoría de las veces pierde casi toda su autonomía.
Con un readaptador físico los ancianos podrán reeducar su cuerpo para poco a poco volver a realizar sus actividades cotidianas con normalidad, sin convertir la lesión en un condicionante para el resto de su vida. De igual modo, el trabajo con un readaptador deportivo ayudará a las personas de la tercera edad a mejorar su autonomía trabajando la movilidad y aquellas pequeñas limitaciones específicas que le dificulten su día a día.
Sin duda el trabajo de la readaptación de lesiones es uno de los grandes desconocidos y más beneficiosos en el ámbito de la salud. Este profesional es cada vez más valorado en el ámbito deportivo, considerado uno de los “magos” en la recuperación deportiva al poder reducir el tiempo de recuperación notablemente. Sin embargo, su labor merece reconocimiento en otros ámbitos, ofreciendo un servicio clave para el bienestar de la sociedad en general.