En España existen miles de personas con alteraciones gastrointestinales graves, las cuales a pesar de haberse sometido a innumerables pruebas, el diagnóstico ha sido muy difícil de predecir por los expertos sanitarios como, por ejemplo el Técnico Superior en Dietética. Dentro de estas patologías, el gluten tiene especial interés, sobre todo porque cada vez hay más personas que padecen de celiaquía o intolerancia al gluten.
¿Qué es gluten?
Para comprender la importancia de la enfermedad celiacacelíaca hay que entender qué es el gluten. Esta proteína es nutritiva y beneficiosa para la mayoría de las personas que la consumen, pero también puede resultar algo indigesta. El motivo principal es que el cuerpo humano no dispone de enzimasde las enzimas necesarias para digerir esta sustancia completamente, provocando diferentes problemas intestinales.
Por otro lado, las glicoproteínas se encuentran tanto en cereales de consumo habitual como el trigo, la cebada, el centeno o la avena hasta en cereales menos frecuentes como la espelta. A su vez, el gluten está compuesto de dos glicoproteínas: la gliadina y la glutenina. Además, esta proteína es la responsable de la elasticidad en las masas de harina.
Igualmente, las personas que se encuentran sanas no suelen notar molestias al tomar estos tipos de cereales que contienen gluten, a lo sumo una pequeña incomodidad en el proceso digestivo. Sin embargo, en otras, estos pequeños trozos de gluten no digeridos puedepueden producir problemas autoinmunitarios como la celiaquía, la alergia al gluten o la sensibilidad a esta proteína.
¿En qué se diferencia la celiaquía, la alergia al gluten y la sensibilidad al gluten?
Antes de diferenciar entre la celiaquía, la alergia al gluten y la sensibilidad al gluten las personas afectadas tendrán que consultar con un profesional como un nutricionista o el titulado en el Grado Superior en Dietética a distancia cuáles son las causas de la enfermedad celíaca. Uno de los orígenes de esta patología puede ser una combinación de genes y el consumo de alimentos que contengan gluten, aunque se desconocen aún las causas específicas.
La celiaquía es una enfermedad de base autoinmune y genética, la cual ocasiona la atrofia de las vellosidades intestinales, es decir la pared del intestino, evitando un correcto intercambio de nutrientes y agua. En España uno de cada 100 habitantes presentan la enfermedad celíaca, siendo más frecuentes en mujeres que en hombres. Además, su componente genético justifica que pueda haber más de un miembro familiar que presente celiaquía.
Por otro lado, la alergia al gluten afecta a una porción muy baja de la población y puede desarrollarse desde la lactancia hasta en la adultez. A diferencia de la celiaquía, las personas que padezcan alergia al trigo pueden tener una respuesta inmunológica de hipersensibilidad a las proteínas como, por ejemplo, sarpullidos o un shock anafiláctico.
Mientras que la sensibilidad al gluten no es una reacción de inmunoglobulina como la alergia al gluten ni es una oposición autoinmune como la celiaquía. De hecho, en 2012, este tipo de afección fue clasificada por un grupo internacional de reconocidos expertos en celiaquía como una condición distinta a la enfermedad celíaca. Las reacciones pueden comenzar hasta 48 horas después de haber ingerido gluten y durar mucho más tiempo.
Para diagnosticarla, primeramente es necesario descartar la celiaquía, la alergia al trigo u otras posibles causas de los síntomas de la intolerancia al gluten. Después, si la persona afectada nota mejoría siguiendo una dieta libre de gluten, los especialistas podrán determinar dicha sensibilidad, también existe la prueba casera de intolerancia al gluten. Algunos estudios estiman que la sensibilidad al gluten puede afectar del dos al seis por ciento de la población.
¿Cuáles son los primeros síntomas de la intolerancia al gluten en adultos?
La enfermedad celíaca puede presentar más de 300 síntomas y va a depender mucho de la edad que presente el paciente. Además, los signos que delatan la patología pueden estar ausentes en algunas personas o incluso ser atípicos. Entre los síntomas de la intolerancia al gluten más frecuentes se puede destacar la pérdida de peso, fatiga, distensión abdominal, anemia o vómitos entre otros.
Rara vez los síntomas de la intolerancia al gluten se confunde con los de la alergia al gluten (quemazón, anafilaxia, urticaria) o los de la sensibilidad al gluten (calambres, estreñimiento). Por otro lado, las personas que padecen de celiaquía también pueden sufrir alteraciones del estado de ánimo, ya que esta afección impide algunas veces desarrollar actividades de esfuerzo físico, provocando que el paciente pase por diferentes momentos de apatía, tristeza o depresión.
¿La avena tiene gluten?
La avena es un tipo de cereal que puede tener sus luces y sombras para la celiaquía, aunque hay opiniones diferentes entre los especialistas de la nutrición. Hace algunos años, la avenina se consideraba no apta para el consumo de personas que padecen una enfermedad celíaca, ya que pertenece a la misma familia que el centeno o el trigo.
Sin embargo, con el paso del tiempo, se han llevado a cabo algunas investigaciones que han demostrado que la avena no tiene gluten, tanto es así que la Unión Europea ha incluido a este cereal en la lista de ingredientes sin gluten. Por otro lado, algunos estudios concluyen que estos granos no afectan significativamente a las personas que tienen intolerancia al gluten. No obstante, hay que señalar que hacen falta más ensayos clínicos y que los pacientes siempre tienen que contar con la opinión de un facultativo.
Pero aunque el debate de si la avena tiene gluten o no siga en la mesa, posiblemente el problema provenga de la contaminación cruzada. En cierta medida, los principales agricultores y fabricantes de avena usan sus instalaciones para el tratamiento, así como el procesamiento de otros cereales. Esta acción crea que la contaminación cruzada sea un verdadero problema para las personas con celiaquía.
Los pacientes que presenten una menor intolerancia al gluten podrán incluir en su dieta este cereal. El cual es una fuente fundamental de hidratos de carbono y, por tanto, se convertiría en una ventaja si se aplica a una dieta mediante desayunos con tortitas de avena, yogurt que contenga el cereal o pudín de avena. Por lo tanto, la tolerancia a la avena es un aspecto relacionado con diversos factores: el grado de intolerancia que sufra la persona y las condiciones de empaquetado del producto. Además, hay que destacar la importancia de la correcta etiquetación del producto para evitar la contaminación cruzada.
Educar y sensibilizar en la intolerancia al gluten
Para entender a las personas que sufren la enfermedad celíaca hay que concienciar a la sociedad de la existencia de este tipo de patologías, así como todas las complicaciones que traen consigo. Esta función no solo concierne a los docentes y doctores, sino a una labor de promoción de la salud en la población a todos los niveles.
Por ello, uno de los ejemplos son las charlas impartidas para educar en la celiaquía por parte de los técnicos superiores de nutrición y dietética. Estas ponencias son esenciales para la trasmisión de conocimientos y la realización de recetarios saludables que se adapten a las necesidades alimentarias de cada persona.