La sociedad se encuentra en un proceso de cambio constante, evoluciona, lo que hace unos años estudiamos queda obsoleto si no nos dedicamos a actualizar toda esa información, de la misma manera que necesitamos especializarnos y profundizar en todo tema educativo desde las nuevas metodologías hasta cómo trabajar con todos y cada uno de los niños y niñas.
Método Montessori
Mucho se habla y comenta sobre metodologías y estudios cómo son Montessori, las Inteligencias Múltiples, la Educación Emocional, la Psicología Positiva, etc., ¿pero realmente conocemos y sabemos cómo utilizarlos y aplicarnos con nuestros grupos de niños y niñas?
No solo debemos limitarnos a conocer cada una de las teorías sino de integrarlas en nuestro proceso de enseñanza-aprendizaje para respetar a cada uno de los niños y niñas con los que trabajemos, desde el trabajo con las emociones hasta un trabajo a través de las inteligencias múltiples, para saber potenciar las capacidades con las que cuentan las personas.
Formar a personas a manejar emociones
Se tratan de teorías pedagógicas que nos ayudarán a formar personas plenas e íntegras, capaces de reconocer y manejar sus propios sentimientos y emociones, autónomos, seguros de sí mismos y con valores para aprender a respetar al resto de personas. En definitiva, con esta innovación educativa que se está proponiendo perseguimos construir un modelo educativo que tenga la capacidad de atender a todas y cada una de las personas que lo integran.
En la actualidad podemos considerar que hemos evolucionado positivamente en la atención a todos los niños y niñas, pero sin embargo, necesitamos seguir haciendo camino.
Diversidad de niños y niñas
Por esto será imprescindible conocer la diversidad de niños y niñas con los que podemos trabajar, qué características pueden presentar y sobre todo cómo podemos atenderlos y ofrecerles una educación de calidad. Se trata de respetar el principio de inclusión, sin crear diferencias, permitiendo que cada uno se desarrolle partiendo de su propio suelo para llegar a su propio techo.
Para asegurarnos de que estamos facilitando un buen proceso de innovación educativa tenemos que tener en cuenta que la familia constituye el primer agente educativo. Será en ese contexto donde los niños y niñas aprendan sus primeros valores, sus primeros patrones de conducta y sus familiares más cercanos serán para ellos y ellas un modelo a imitar; sin olvidar además que para nosotros constituyen una fuente de información imprescindible.
Atención temprana
Sabemos que vivimos en un tiempo en el que los modelos de familia cambian, la incorporación al trabajo de todos los miembros que la integran es inminente y cada vez se manifiesta con más tesón la necesidad de espacio y profesionales que atiendan a los niños y niñas correcta y pedagógicamente. Resulta indiscutible pues que todas aquellas personas que trabajen con niños y niñas tienen el deber de velar por mantener una excelente comunicación con la familia. No nos limitamos a comprenderlos y apoyarlos, sino que aprenderemos a vivir en un perfil de guía tanto de los niños y niñas como de los familiares.
Esta necesidad se hace más latente aún cuando hablamos de familias con hijos diagnosticados con una deficiencia o necesidad específica de apoyo educativo: cómo afronta la familia esta situación influirá directamente en los más pequeños. Por ello, educadores, maestros, pedagogos, psicólogos y toda persona que trabaje con los mismos se convertirán en un apoyo fundamental. No hablamos ya sólo de cuidar a los más pequeños, sino de asegurarnos su desarrollo integral, la adquisición de habilidades que les permitan incorporarse a una sociedad aprovechando al máximo sus capacidades.
Innovación educativa
Somos conscientes también de que las nuevas tecnologías ocupan un lugar privilegiado en el día a día de todo niño y niña, a las cuales dedican gran cantidad de su tiempo. Estas se tratan de una rica herramienta de aprendizaje y desarrollo siempre y cuando sepamos cómo utilizarlas y cómo enseñar a los mismos a aprovecharlas. No se trata de “distraer” a los niños y niñas cuando necesitamos hacer alguna tarea, sino de ofrecerle un instrumento que esté adaptado y que le ayude a aprender.
Cuántas veces hemos sido testigos de cómo calmar a los más pequeños con una bonita película, lo cual no es incorrecto; solo debemos plantearnos si estamos realizando todo el proceso adecuadamente: ¿trabajas después la temática?, ¿enseñas al niño a observar, analizar y a tener un juicio propio?, ¿le ayudas a expresar qué ha sentido? No se trata de prohibir el uso de todas estas ricas herramientas, sino de enseñar tanto a niños y niñas como a los adultos las pautas adecuadas para incluirlas en nuestra rutina.
Por todas estas razones y muchas más, la metodología de nuestro máster tiene como principio fundamental el trabajo con las nuevas tecnologías, aprovechando esta oportunidad que nos brinda el siglo XXI para enseñar a los profesionales cómo integrarlas en su metodología y cómo fomentar el buen uso de las mismas. Así, las nuevas tecnologías constituyen un eje transversal en nuestra programación, de manera que aprendamos a emplearlas en función de los sujetos con los que estamos.
Formación en Educación Infantil para adaptarse a los cambios sociales
La formación de un profesional no termina en un día concreto, sino que le acompaña el resto de su vida, lo que le permite adaptarse a todo cambio social. Así, en este máster hemos logrado recoger toda la actualidad y todo lo que necesitas saber y conocer sobre estas nuevas tendencias y esta atención a la diversidad de los más pequeños, pues nos preocupamos por el futuro de los que el día de mañana serán unos ciudadanos con capacidad de decisión. Es por este motivo por el que si estás interesado en desarrollarte profesionalmente en el ámbito educativo y quieres contribuir al desarrollo de las personas de manera integral y profesional te recomendamos estudiar el Máster en Innovación Educativa y Atención a la Diversidad en la Infancia.