FP Sociocultural

Cómo trabajar con niños con déficit de atención o TDA

Por Juan Daniel López Medina
chico con déficit de atención

¿Qué es el TDA?

Los niños con TDA, más comúnmente conocido como Trastorno de Déficit de Atención, son aquellos que presentan un problema de concentración. Se distraen fácilmente, se olvidan de las cosas, no encuentran el momento para ponerse a trabajar, no terminan los trabajos que empiezan, no escuchan, les cuesta seguir instrucciones, etc. En clase, suelen pasar desapercibidos ya que no son participativos y suelen ser los “olvidados”.

Por eso, el Técnico Superior en Educación Infantil debe trabajar una serie de ejercicios de concentración para niños con TDA con rutinas que sean siempre iguales y que potencien la capacidad atencional. Para ello, en este pequeño artículo se explicará el uso de dos herramientas básicas y fundamentales para empezar a trabajar con este tipo de alumnos con déficit de atención.

Vamos a realizar un tratamiento cognitivo-conductual. Este tipo de tratamiento para niños con TDA tiene como objetivo el potenciar las funciones ejecutivas (atención sostenida, atención selectiva, control de interferencias) con el fin de incrementar la autodirección de su comportamiento y aprendizaje. Por lo tanto, conseguiremos una mejora en su autocontrol, una menor falta de atención, la memoria de trabajo, el autoconcepto, la autoestima, las habilidades sociales y el rendimiento académico.

Existen muchas técnicas para trabajar el déficit de atención, pero en este caso, vamos a explicar la técnica del time’s up y las autoinstrucciones. Con ellos, el niño con déficit de atención estará capacitado para comprender situaciones, generar estrategias de resolución de problemas y usar estas estrategias para controlar su comportamiento.

Ejercicios de concentración para niños con TDA

Antes de nada, es preciso que el niño con TDA establezca una serie de rutinas que le ayudarán a combatir este trastorno y a realizar sus tareas de manera efectiva. En primer lugar, debe aprender a preguntarse “¿qué es lo que tengo que hacer?” y analizar todo el material que va necesitar para llevar a cabo su tarea, así como anotar en una agenda en qué consiste la actividad que tiene que realizar.

El educador debe establecer una serie de preguntas que el alumno deberá hacerse a la hora realizar cualquier actividad, de manera que sea capaz de incorporar a sus rutinas este cuestionario que le ayudará  a mantener el foco en su objetivo sin distraerse. Algunas de las preguntas pueden ser:

  • ¿Dónde es el mejor sitio para hacerlo? (su adaptación será más rápida si conseguimos un lugar de estudio con el mínimo de estímulos posibles para evitar que se distraiga)
  • ¿Para cuándo tengo que llevarlo hecho a clase?
  • ¿Cómo lo voy a hacer?
  • ¿Lo necesito hacer a lápiz o a boli? ¿en qué libreta?
  • ¿Qué me piden en cada ejercicio?
  • ¿Cuál es el tiempo estimado que puedo tardar en hacer toda la tarea?

Otros ejercicios que puede llevar a cabo el adulto a la hora de trabajar la concentración del niño con TDA pueden ser:

  • Focalizar la atención. El Técnico Superior en Educación Infantil debe observar la ejecución de la tarea y centrarse en que el niño con TDA mantenga la atención. Al principio no se apreciarán los cambios, pero hay que ser constantes para que en el futuro se pueda ir reduciendo la carga de insistencia y aumentando la autonomía. 
  • Seleccionar respuestas. Esto es muy útil en asignaturas como matemáticas. Una vez visto qué pide un problema, qué operaciones se deben hacer y después de haber realizado dicha operación,el niño con déficit de atención obtiene un resultado que es el que se seleccionará como respuesta. En este caso, lo que vamos a hacer es una adaptación a eso. Es decir: una vez el niño con déficit de atención haya hecho los deberes, tendrá una respuesta a nuestra “exigencia” de hacer los deberes, que no es más que la respuesta a cada uno de los ejercicios.
  • Refuerzo positivo. Se resume en repasar cómo se ha hecho la tarea. Si la solución es correcta y los ejercicios están hechos de forma adecuada (de forma limpia, en el tiempo estimado, con los materiales necesarios) se le refuerza positivamente. Se debe empezar por reforzar de forma emotiva, con un abrazo acompañado de frases como “qué bien lo haces” “sigue así que vas genial” o “es un orgullo verte trabajar así” lo cual reforzará la autoestima del niño trabajando las emociones.
  • Autoconcienciación. Si la solución es incorrecta, no ha cumplido con el tiempo acordado o la tarea está sucia y con mala letra, hay que hacerle ver al niño con TDA que tiene unas consecuencias, pero que todo tiene solución. Por ejemplo: Tiene que hacer 3 ejercicios de lengua y se ha acordado con el alumno que en 25 minutos los tenga terminados. Ha pasado ese tiempo y después de haber estado insistiendo para que mantenga la atención, no ha terminado la tarea o lo ha hecho pero de forma incorrecta. La mejor opción es explicarle dónde está el error, decirle cómo solucionarlo y darle un tiempo para que lo rectifique porque si no lo hace, tendrá consecuencias, previamente acordadas entre profesor y alumno.

Metodología de trabajo con niños con TDA

Todos los ejercicios mencionados anteriormente para tratar el déficit de atención en niños deberán tomar su tiempo. Al principio, el adulto o educador tendrá que elaborar todas las autoinstrucciones con el alumno con déficit de atención. Los primeros días, el profesor seguirá las autoinstrucciones en voz alta mientras el trabajo se realiza y el niño las va repitiendo.

Cuando los niños con TDA comiencen a ser un poco autónomos, irán diciendo en voz alta las autoinstrucciones y el tutor se dedicará a afirmar que es correcto o corregir. Ese lenguaje en voz alta se irá sustituyendo por un habla susurrante para que, por último, el habla susurrante se convierta en habla silenciosa.

La técnica Time’s Up para trabajar el déficit de atención

Se trata de una dinámica que hará que los niños con TDA aprendan a gestionar el tiempo de realización de cualquier tarea de una forma divertida y motivante. Para llevarla a cabo se necesita un reloj con cronómetro. Se inicia lanzando una pregunta tipo “¿cuánto crees que vas a tardar?” la respuesta se anota en un lugar en la que el niño pueda verla y se le deja un reloj con el cronómetro para que sea él mismo el que pueda ver si le da tiempo o no.

En caso de pasar el tiempo y no haberse cumplido el objetivo, se le da la opción del “tiempo de descuento” para que pueda acabarlo. En caso de acabar el ejercicio a tiempo pero de forma incorrecta (de forma sucia, desordenada…), se le da la opción de otra oportunidad. ¡OJO! Ambas opciones sólo se dan una sola vez. El alumno con déficit de atención debe aprender a gestionar su tiempo y a hacer las cosas bien  dentro del plazo establecido. 

Dicho todo esto, solo que actuar con positivismo. La mejor manera de afrontar las cosas es pensando que van a salir bien. Así, los pensamientos del Técnico Superior en Educación Infantil a distancia siempre le llevarán a conseguir el objetivo.