FP Deporte

¿Cuáles son los beneficios de la natación?

Por Alejandro Darío Caño
Mujer nadando en una de las calles de una piscina olímpica

La natación como deporte es una de las prácticas más antiguas que se conocen. Las culturas egipcias, griegas y romanas incluían la enseñanza de esta disciplina como parte de su educación, mientras que los griegos consideraban a la natación como forma de entrenamiento no sólo físico, sino también espiritual.

En la actualidad, cada vez son más las personas interesadas en practicar natación, aunque tradicionalmente esta actividad quedaba relegada a aprender los fundamentos básicos cuando se es niño y no continuar con ella. Si analizamos en profundidad los beneficios de la natación, quizás encontremos ese pequeño empujón que nos impulse a su realización, no solo por tratarse de práctica deportiva saludable, sino también de uno de las mejores disciplinas físicas con numerosos efectos positivos a nivel físico y mental.

Los beneficios de realizar este deporte son múltiples, desde mejoras cardiovasculares, incrementos en fuerza, e incluso como medio para la rehabilitación de distintas lesiones. Por todos los beneficios de la natación, los alumnos del Grado Superior en Acondicionamiento Físico ahondan en esta disciplina durante su formación.

Beneficios de la natación en la musculación

Uno de los mayores beneficios de la natación es que permite entrenar la musculatura prácticamente al completo. Si bien muchos deportes destacan por el rendimiento de tan sólo algunos grupos musculares concretos, la natación se muestra como una actividad en la que el cuerpo completo interviene.

Además, el tipo de ejercicio que supone practicar natación implica casi todas las cualidades físicas, como fuerza, velocidad y resistencia, realizando a la vez un trabajo de cardio y de musculación en una misma actividad. Entre los principales beneficios de la natación para la musculación destacan:

 

Tonificación de todo el cuerpo

Al utilizar de forma global la musculatura, favorecemos que esta se fortalezca sin que se produzcan descompensaciones. Una descompensación es una diferencia significativa de fuerza entre grupos musculares. Un ejemplo claro lo encontramos en personas que practican pádel o tenis, ya que la musculatura del brazo dominante, (con el que utilizan la raqueta), está mucho más desarrollada que la del brazo no dominante. El peligro de sufrir descompensaciones en nuestro cuerpo radica en que aumenta el riesgo de lesión. Es por ello que debemos trabajar siempre nuestra musculatura de forma íntegra, como ocurre cuando nadamos.

 

Mejora de la fuerza útil

Otra de las ventajas de la natación subyace en la resistencia al avance que ofrece el agua. Esto se refiere a que, para poder avanzar en ella, o desplazar un segmento corporal, es necesario desplazar el agua que ocupa dicho lugar. Es por ello que mover, por ejemplo, un brazo en el agua, es más costoso que realizarlo fuera de ella. La principal consecuencia derivada de esta característica es que esa resistencia fortalece nuestra musculatura, al igual que las pesas lo hacen en el medio terrestre. Es decir, podemos entrenar la fuerza mientras nadamos.

Es evidente que la resistencia que el agua nos ofrece es constante y llegará un momento en que necesitaremos un poco más para poder seguir mejorando nuestra fuerza útil. Para continuar incrementando la fuerza, podemos modificar las superficies de nuestro cuerpo encargadas de la fase propulsiva. El uso de manoplas y de aletas hará que tengamos que aplicar más fuerza para desplazarnos, favoreciendo el aumento de nuestra fuerza útil. Existen diferentes tamaños y formas de manoplas y aletas que se pueden utilizar para practicar natación, realizando una progresión desde las más pequeñas hasta las más grandes, que son las que mayor exigencia necesitan para su uso.

Beneficios de la natación para la salud

Las ventajas de la natación para la salud también son notables, optimizando el consumo de energía, mejorando la circulación sanguínea y aumentando la capacidad pulmonar. Sin duda, este deporte es uno de los más recomendados para personas sedentarias que quieren iniciarse en el deporte, porque se adapta a las necesidades de cada nadador y es complicado sufrir lesiones ya que el impacto muscular y articular es mínimo. Entre los principales beneficios de la natación para el organismo podemos destacar:

 

Mejora de la utilización de las diferentes vías metabólicas

Existen multitud de pruebas diferentes en natación, desde las más cortas y explosivas (50 metros), hasta las más longevas y aeróbicas (horas). Es por ello que la planificación de los entrenamientos permite mejorar las distintas rutas metabólicas de nuestro cuerpo para la obtención de energía, en función de cómo se distribuyan los factores de intensidad, volumen y recuperación. No debemos pensar únicamente en estos beneficios con el fin competitivo de alto rendimiento, sino también para nuestra salud. El entrenamiento aeróbico favorece el crecimiento de nuestra densidad mitocondrial, el aumento capilar, el fortalecimiento del corazón o el incremento del consumo de oxígeno, entre otros.

 

Modificaciones en la respiración y la capacidad pulmonar

Los seres humanos no poseemos estructuras desarrolladas para realizar la respiración debajo del agua. Por ese motivo, la técnica de respiración en el medio acuático es diferente a la que se realiza en el medio terrestre. Mientras que fuera del agua inspiramos por la nariz y espiramos bien por la nariz o por la boca, para practicar natación la inspiración se realiza por la boca y la espiración por los conductos nasales.

Al estar dentro del agua, nuestro cuerpo está sometido a una presión mayor que fuera de ésta. Es por ello que para poder realizar la inspiración y aumentar el tamaño de nuestros pulmones y nuestra caja torácica, necesitamos más esfuerzo que cuando lo hacemos en el medio terrestre. Es por ello que respirar en el medio acuático, y modificar el patrón de respiración permiten incrementar la capacidad pulmonar, el tiempo en apnea, la eficiencia de la respiración, y la fuerza de los músculos respiratorios.

Practicar natación para la rehabilitación de lesiones

Aquellas personas sedentarias o que no practican ejercicio físico de forma habitual son las que mayor riesgo de lesión tienen. Uno de los errores más habituales que cometen las personas sedentarias cuando comienzan a practicar actividad física es la de sobrepasar sus posibilidades, o la de realizar ejercicios para los que no están aún acondicionados físicamente. Es por ello que deben trabajar de forma progresiva y mediante tareas poco lesivas para evitar lesiones, como es el caso de la natación.

Por otra parte, la rehabilitación de lesiones persigue el objetivo de fortalecer las estructuras afectadas. Para tal fin deben conseguir las condiciones más adecuadas, de modo que ésta se realice de forma segura y controlada. En este sentido, el medio acuático posee una particularidad con la que se diferencia notablemente del medio terrestre, y es la de modificar la gravedad con la que convivimos diariamente. Al no existir apenas gravedad, permite trabajar en un entorno más agradable especialmente para las articulaciones, que son las que más sufren con el día a día.

Nuestra postura diaria y el efecto de la gravedad hacen que la columna vertebral se comprima, es decir, que las vértebras presionen en mayor medida a los discos intervertebrales. La realización de un esfuerzo considerable con una mala postura, un golpe fuerte o pequeños traumatismos constantes pueden acarrear una lesión de espalda. La mejor forma de rehabilitación para este tipo de lesiones es siempre mediante el fortalecimiento de todas las estructuras que la componen eliminando la gravedad, o al menos, minimizando el efecto de ésta.

A ello debemos sumarle que la natación es una actividad física sin impacto, lo que también favorece la realización de práctica deportiva con un riesgo lesivo ínfimo. Igualmente, siempre es recomendable iniciarse en este deporte con un profesional como el Técnico Superior en Acondicionamiento Físico a distancia, que guiará al nadador para comenzar de manera progresiva según su nivel físico y sus objetivos.

Tras conocer los múltiples beneficios de la natación se puede concluir que estas características inherentes a su práctica hacen que sea idónea para cualquier tipo de persona, y especialmente para aquellas que comienzan a realizar actividad física. Por tanto, ¿a qué esperas para practicarla?