FP Deporte

¿Por qué engancha el deporte de riesgo?

Por Martín Eguaras
Persona haciendo puenting

¿Qué mecanismos fisiológicos se activan en el cuerpo humano para querer repetir una deporte de riesgo a pesar de haber tenido sensaciones negativas y de mucha tensión? Expresiones como estas son las que se suelen sentir y escuchar después de la práctica de un deporte extremo:

“Tengo la boca seca. Intento tragar saliva, pero… no tengo. Me sudan las manos. No sé si seré capaz. Me encuentro en un entorno totalmente salvaje, rodeado de montañas, lejos de mi zona de confort. Mis compañeros de aventura ya han pasado por aquí, así que…  ¡Allá voy…!”

“¡Buaaahhh…! ¡Qué pasadaaaa…!, ¡Quiero repetir…!”.

Sin embargo, aunque estas actividades de riesgo implican peligro y tensión, la mayoría de la gente siente la necesidad de repetir. Esto lo sabe bien el Técnico en Conducción de Actividades Físico Deportivas en el Medio Natural que experimenta diferentes actividades donde derrocha adrenalina cada día en su trabajo. Pero ¿cuáles son exactamente los deportes de riesgo?

¿Qué es el deporte de riesgo?

Existe una enorme cantidad de denominaciones que se utilizan para referirse al mundo de las actividades de riesgo. Deportes de aventura, deportes extremos, turismo activo, etc.  Debido al gran dinamismo actual en el que se encuentra la evolución de estas actividades se usa una u otra denominación para destacar un aspecto u otro de este tipo de deportes o dinámicas.

Todas estas actividades de riesgo son practicadas en el medio natural por lo que propicia el contacto con la naturaleza, aunque para la práctica de muchas de éstas también se habilitan espacios en medios urbanos. Se caracterizan por ser actividades de carácter físico y lúdico. Además, cada vez surgen más competiciones donde un importante porcentaje de los practicantes lo hace buscando el rendimiento y la superación personal. Existen ya competiciones de:

  • Escalada
  • Piragüismo
  • Carreras de montaña
  • Orientación
  • Raids de aventura 

Todas ellas conllevan cierto peligro debido a la incertidumbre del medio. Aunque también las hay tranquilas y placenteras, normalmente precisan importantes medidas de seguridad para disminuir al máximo la probabilidad de accidente (riesgo objetivo). Por otra parte, son actividades que implican un desplazamiento, de diferente tipo, en el medio natural y proporcionan sensaciones y emociones fuertes. La práctica de un deporte de riesgo produce cierto placer intrínseco por la propia práctica de la actividad y sensación de reto y de logro cuando se consigue.

Razones químicas para amar el deporte de riesgo

 

Adrenalina y dopamina en el deporte extremo

Son dos de las hormonas incluidas en el grupo de las catecolaminas las cuales funcionan como neurotransmisores en el sistema nervioso central. Cumplen funciones diferentes, pero directamente relacionadas.

La adrenalina es secretada por las glándulas adrenales y se activa en situaciones de estrés o ante una situación de peligro. Prepara al organismo para la acción creando efectos corporales o fisiológicos como el aumento del ritmo cardíaco para facilitar el bombeo de sangre por el cuerpo, aumento de las respiraciones por minuto, dilata las pupilas proporcionando una mejor visión e incluso moviliza las reservas de glucógeno en hígado y músculos consiguiendo aumentar la concentración de glucosa en sangre.

La intervención de la adrenalina en el deporte de riesgo es clara, pero su activación no se reduce exclusivamente a la práctica de los deportes de aventura o esfuerzos físicos. Se segrega también en un típico encuentro amoroso o agresión verbal. Así, el ruborizarse, el temblor en las manos y en los labios, las palpitaciones o el nudo en el estómago son responsabilidad de esta hormona delatora.

La adrenalina también estimula al cerebro para que produzca dopamina, la hormona que produce la sensación de felicidad o bienestar. La dopamina suele asociarse con el sistema del placer del cerebro suministrando los sentimientos de gozo y refuerzo para motivar a una persona, de manera proactiva para que realice ciertas actividades. Participa en experiencias naturalmente recompensantes tales como la alimentación, el sexo, algunas sustancias adictivas y los estímulos neutrales que se pueden asociar con estos.

En la práctica de los deportes de riesgo o deportes de aventura estas dos hormonas cumplen papeles fundamentales. Por un lado, la adrenalina es la encargada de preparar el organismo, psíquica y fisiológicamente para esa situación de “peligro” o “riesgo” y además estimula la producción de dopamina. Esta última será la encargada de hacer sentir placer y felicidad para querer repetir y volver a realizar la actividad.

 

Serotonina y endorfinas, claves en el deporte de riesgo

Son hormonas que también participan activamente en la práctica de este tipo de deportes. La serotonina es un neurotransmisor que se encuentra en el sistema nervioso central y que tiene relación con el estado de ánimo del individuo. Regula las emociones y algunos procesos corporales como el apetito y el deseo sexual. Estimulamos la producción de serotonina con cualquier actividad que nos produzca placer como por ejemplo:

  • Realizar ejercicios o actividad física, preferiblemente al aire libre (pasear, caminar, correr por montaña, montar en bicicleta…, cualquier tipo de deporte)
  • Llevar una alimentación adecuada
  • Cambiar de rutina
  • Hacer cosas nuevas
  • Viajar
  • Planear nuevos proyectos

Las endorfinas son conocidas como las hormonas de la felicidad o la alegría. Al hacer deporte o cualquier actividad física, el cuerpo segrega endorfinas que producen un efecto calmante del dolor. Nuestro cuerpo produce endorfinas de manera natural y esta hormona es considerada como la verdadera droga de la felicidad. Cuando las endorfinas están elevadas no permitimos que nada nos afecte. ¡Aumenta el amor por la vida!

El efecto de las endorfinas tiene una corta duración en el organismo ya que son eliminadas para mantener nuestro cuerpo equilibrado. Si circularan libremente por nuestro cuerpo no sentiríamos el dolor y esta es la única manera de darnos cuenta de que existe algún problema físico.Tampoco podríamos valorar la felicidad cuando logramos conseguirla: estaríamos desordenadamente felices.

Estimulamos la producción de endorfinas al hacer ejercicio. Correr, andar por la montaña, montar en bicicleta, nadar... Especialmente ejercicios de resistencia. Este tipo de actividad física ayuda a eliminar la depresión y es la manera más rápida de elevar las endorfinas. Estar en contacto con la naturaleza nos llena de energía positiva y buen humor.

Las hormonas en los deportes de resistencia

Mientras que en deportes extremos explosivos y de corta duración se busca la liberación espontánea de adrenalina y dopamina, en los de resistencia es vital mantener el control en todo momento para dosificarlas estratégicamente y aprovecharlas mejor. En una carrera de resistencia, como por ejemplo un maratón, con el disparo de salida, la aglomeración de competidores, mejorar las marcas, la expectativa del resultado y saber si el entrenamiento invertido valió la pena, se libera adrenalina.

Este primer torrente debe ser administrado para no quedarnos sin “gasolina” demasiado pronto. Son momentos en los que se experimentan sensaciones de mucha energía y placer sintiéndonos muy cómodos y seguros de poder cumplir con nuestra meta. El ritmo cardíaco se va acelerando y la sangre recibe más oxígeno. A medida que avanza la actividad (en  competición), el chequeo constante de los tiempos de paso por cada punto intermedio puede estar acompañado de euforia al saber que se van cumpliendo los objetivos o de tensión al descubrir que vamos con retraso.

Al acercarse a la línea de meta se producen estados de ansiedad y emoción por llegar. Para la mayoría de competidores es suficiente con cruzar la línea de meta. Allí se liberan las mayores dosis de adrenalina, aumentando la producción de dopamina, y dando la sensación de satisfacción y felicidad.

Al final de la actividad o carrera ocurre también la liberación fisiológica. Es aquí cuando los competidores sufren las consecuencias del esfuerzo físico extremo, con calambres, músculos tetanizados y tendinitis, dolores que la adrenalina había inhibido pero que al final aparecen.

¿Cuál es la influencia de la adrenalina y la dopamina en el deporte de riesgo?

La influencia de la adrenalina y dopamina en el deporte son poderosas, pues a pesar de tener diferentes efectos fisiológicos, se manifiestan subjetivamente dependiendo de la intensidad y emoción que transmita la actividad, ya sea momentánea y de alto impacto o prolongada y sostenida. Mediante este artículo comprobamos cómo el cuerpo humano es capaz de utilizar diferentes tipos de hormonas y preparar al organismo a nivel fisiológico en función de la situación en que nos encontramos y del deporte que estamos realizando.

En la actualidad existen numerosos tipos de deportes de riesgo y aventura. Los de resistencia, que requieren grandes esfuerzos físicos y psicológicos dada la cantidad de horas y distancia a recorrer o los explosivos, que generan fuertes sensaciones en cortos espacios de tiempo activando diferentes hormonas encargadas de provocar placer y bienestar. ¿Cuál es el tuyo?