El el ‘running’ se está convirtiendo con el paso de los años en la actividad principal de un gran número de personas. Las razones son variadas, entre las que destaca el deseo de bajar de peso, cuestiones de salud o el simple hecho de disfrutar de kilómetros de actividad física. Hasta aquí bien, pero en muchas ocasiones se nos escapa que para poder realizar deporte es necesario llevar un equipamiento correcto.
Elegir unas zapatillas de running es un paso muy importante antes de empezar a correr, ya que usar un material deportivo adecuado facilitará la práctica deportiva y evitará posibles lesiones derivadas de una mala pisada. El Técnico Superior en Acondicionamiento Físico es consciente de la importancia de escoger un material adecuado para hacer deporte, valorando diversos aspectos a tener en cuenta.
Quiero comenzar a correr, ¿qué debo saber?
Todo corredor novato antes de lanzarse a devorar kilómetros y kilómetros necesita un poco de información sobre las zapatillas para correr que pueden ser más adecuadas a su forma de correr, su peso y la distancia que suele o pretende recorrer, así como llevar a cabo un entrenamiento progresivo donde pueda observar si las zapatillas elegidas son las correctas.
- En primer lugar, es necesario hablar de la relación entre el peso del corredor y la zapatilla para correr. Conforme el peso sea mayor y el tamaño corporal aumente, la zapatilla que se debería usar será distinta. Cada zancada sobre el suelo aumenta el peso por 10, por lo tanto no es lo mismo pesar 100 kilogramos que 60.
- En segundo lugar, hay que tener en consideración que la capacidad física es muy importante a la hora de elegir zapatillas de running. No es lo mismo una persona que esté acostumbrada a correr y que tenga una buena musculatura con 90 kilos de peso, a una persona de 90 kilos de peso que no practica deporte y mucho menos está acostumbrada a correr.
- En tercer lugar, hay que recalcar algo muy importante a la hora de correr y es la forma de la pisada. Dependiendo de la forma que el corredor tenga de pisar durante la carrera necesitará una zapatilla diferente para corregir la pisada. Esta forma de pisar diferente se denomina pronación y se explicará en líneas posteriores.
- Por último, para elegir unas zapatillas que se asemejen al peso, capacidad física y tipo de pisada del runner, es preciso tener en cuenta el uso que se le va a dar. Existen zapatillas para correr que son más adecuadas a unas distancias que otras y a unas pruebas que otras. Así pues, podremos encontrar zapatillas para distancias cortas y largas, zapatillas para pruebas específicas como las que usan los triatletas, que incluso se pueden usar sin calcetines, o zapatillas para asfalto y montaña.
Zapatillas de running según el peso: la amortiguación
Existe una relación entre la amortiguación, el peso del corredor y el peso de la zapatilla, relacionadas a su vez con la cantidad de material con la que las marcas fabrican el calzado. Cada marca de zapatillas de correr usa un sistema de amortiguación diferente para satisfacer a sus clientes. Cuanta más capacidad de amortiguación, más beneficioso para nuestra carrera y nuestro cuerpo, pues muchas lesiones vienen de la mala elección del calzado. Teniendo en cuenta el peso de una persona a la hora de correr se puede establecer la siguiente clasificación:
- Corredores ligeros: en esta clasificación aparecen todos aquellos corredores de menos de 65 kilogramos en hombres y 50 kilogramos en el caso de las mujeres. Las zapatillas para este grupo de personas se caracterizarán por ser muy ligeras, flexibles y con muy poca amortiguación.
- Corredores medios: dentro de este grupo estarán los corredores hasta 80 kilos de peso. Dentro de este grupo las zapatillas serán mucho más amortiguadas aunque sin aumentar mucho el peso de la zapatilla.
- Corredores pesados: en este grupo tendremos a aquellas personas que lleguen hasta los 90 kilos en hombres y 75 kilos en mujeres. Los corredores de este grupo tienen que optar por una zapatilla muy amortiguada y con gran capacidad reactiva. Dentro de este grupo también optaremos por zapatillas para correr con una media suela ancha que reparta mejor nuestro peso para que nuestra musculatura y articulaciones sufran lo menos posible.
- Corredores muy pesados: aquí se encontrarán los corredores de más de 90 kilos en hombre y más de 75 en mujeres. A la hora de buscar la zapatilla adecuada para este grupo será necesario que optemos por la zapatilla más amortiguada de la marca que más nos guste y que tenga el arco muy reforzado para que nuestro cuerpo sufra lo menos posible.
Zapatillas de correr según mi forma de pisar: ¿pronador o supinador?
En el mundo del running existen algunos términos que los corredores usan de forma continuada y que cualquier persona que se quiera iniciar a en este deporte debe conocer. Las palabras clave son supinación y pronación. Hay que dejar claro que la supinación y la pronación son dos movimientos naturales del pie que se producen a la hora de caminar o correr. Ambos movimientos son necesarios en las distintas fases de la pisada.
El pronador se caracteriza por hacer una inversión del talón durante la marcha. Como ya hemos dicho antes, este movimiento es necesario pero en exceso puede producir daño y lesiones. La pronación produce un hundimiento del arco del pie, esto no significa que todas las personas que tengan poco arco en el pie sean pronadoras. La rutinización de este movimiento se suele desarrollar con la edad, el ejercicio intenso o el aumento de peso. Los excesos de pronación pueden desembocar en lesiones como el dolor metatarsal, la fascitis plantar o callos y durezas.
Supinar es el movimiento contrario a la pronación y hace referencia a una rotación excesiva del pie durante la pisada. La supinación excesiva puede producir tensión en músculos y tendones que estabilizan el tobillo.
Una vez que los términos supinación y pronación han sido aclarados, se hace necesario aportar una serie de detalles que nos pueden ayudar a conocer si somos pronadores o supinadores. Las personas que son pronadoras suelen desgastar la parte interna de la zapatilla a la hora de correr; por otro lado, las personas supinadoras desgastarán en exceso la parte externa de las zapatillas durante la marcha. Cualquier persona que quiera empezar a correr tiene que elegir la zapatilla adecuada a su forma de pisar y es por esto que a la hora de elegir tenemos que saber que existen zapatillas para pronadores y otras más adecuadas para personas supinadoras. Las zapatillas para correr pronadoras se caracterizan por adaptar la forma de pisar del corredor. En términos generales estas zapatillas tendrán un refuerzo en la cara interna de la zapatilla que corregirá el exceso de inversión del talón y ayudará al corredor a tener una pisada mejorada y que nos proteja de posibles lesiones.
A día de hoy, para las personas supinadoras no existen zapatillas de running específicas, pero sí que se les recomienda el uso de zapatillas neutras, es decir, aquellas zapatillas que no tienen un refuerzo corrector y que dejan libre nuestra pisada. El cansancio y la acumulación de kilómetros suele llevar la supinación a una pisada neutra y más estable.
Finalmente, es necesario señalar que aunque haya zapatillas que corrijan el exceso de pronación, si un corredor tiene tendencia a sufrir lesiones será recomendable acudir a un especialista en podología para que haga un análisis biomecánico de la marcha y le trate con unas plantillas estabilizadoras.
Zapatillas de running según el uso
Para acabar y poder tener las zapatillas de correr más adecuadas, hay que ser conscientes de que hay zapatillas específicas según la prueba o distancia que se quiera recorrer. Asimismo, aquellas personas que busquen retos y son apasionadas de la naturaleza pueden optar a zapatillas específicas de montaña. Estas están más protegidas en el ‘upper’ o parte superior de la misma y tienen una suela reforzada para que no se desgasten en exceso y que las posibles piedras del recorrido no dañen el pie.
Por su parte, un corredor que quiera hacer triatlón o duatlón podemos elegir zapatillas para correr específicas para estas pruebas, se caracterizan porque se pueden usar sin calcetines ya que el forro interior de las zapatillas son muy suaves y transpiran muy bien.
El último aspecto a tener en cuenta al escoger nuestras zapatillas de running será la cantidad de kilómetros que vamos a realizar con ellas. Una zapatilla suele durar unos 1.000 kilómetros por lo que aquellas personas que les den mucho uso las tendrán que renovar de forma más periódica.
A modo de conclusión, es preciso recordar que las zapatillas de correr son las encargadas de proteger los pies del corredor y se deben adaptar al medio por el que discurre la carrera, por lo tanto, tienen que ser lo mejores posible, ya que de ellas dependerá hacer una carrera de forma segura, así como de un entrenamiento adecuado, llevado a cabo por el Técnico Superior en Acondicionamiento Físico a distancia.