Muchas personas pensarán que solo existen las oficinas de farmacia, pero lo cierto es que la farmacia hospitalaria también es un servicio de gran valor sanitario, cuyo principal objetivo es velar para que la medicación se adecue a cada paciente en un entorno donde los antibióticos, investigaciones y tratamientos son cada vez más complejos.
La función del farmacéutico hospitalario es más técnica que la de un farmacéutico comunitario, ya que en el trabajo de una farmacia hospitalaria todos los servicios se llevan a cabo con el apoyo de la innovación tecnológica necesaria para asegurar la calidad y el proceso logístico que precisa un medicamento. Estos expertos también cuentan con la ayuda de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria.
De hecho, tal es su importancia, que esta especialidad dentro del mundo de la Farmacia y Parafarmacia cada vez está siendo más demandada por los graduados sanitarios, que tienen la meta de llegar a ser un buen Técnico en Farmacia Hospitalaria.
¿Qué es una farmacia hospitalaria?
Una farmacia hospitalaria es un servicio de atención sanitaria dentro de la organización de un hospital, por lo tanto, el ejercicio de su función dependerá de la dirección médica de dichas instalaciones, tal y como lo hacen las áreas de Microbiología, Medicina Nuclear o Análisis Clínicos.
En la farmacia de un hospital se llevan a cabo diferentes tareas entre las que destacan el almacenamiento, elaboración y dispensación de medicamentos, así como de productos sanitarios de manera adecuada. De igual manera, los técnicos en Farmacia Hospitalaria también podrán asesorar a pacientes sobre el uso seguro, eficiente y efectivo de los antibióticos.
Por lo tanto, el trabajo de una farmacia hospitalaria desarrolla todo lo que está relacionado con el tratamiento que requieren los pacientes ingresados en un hospital. Los Técnicos en Farmacia y Parafarmacia a distancia se suelen decantar por esta especialidad porque es una profesión dinámica, entretenida y que aporta un gran aprendizaje.
Las funciones del Técnico en Farmacia Hospitalaria
Una de las funciones del Técnico en Farmacia Hospitalaria es realizar un seguimiento del uso seguro de la medicación, la información farmacoterapéutica, la farmacovigilancia, así como de la utilización de fármacos en fase de investigación clínica.
Los profesionales que trabajan en la farmacia hospitalaria también se encargan de realizar la función logística de distribución, compra y almacenamiento en forma de dosis, con el objetivo de tener los medicamentos preparados. De igual modo, podrán elaborar muchos de los tratamientos que no estén disponibles en una oficina de farmacia.
De hecho, según la Ley de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios, los servicios de una farmacia hospitalaria tienen que garantizar, así como asumir la responsabilidad técnica de la calidad, correcta conservación, cobertura de las necesidades y dispensación de los medicamentos precisos para tratamiento intrahospitalario y extrahospitalario que requieran de una particular vigilancia, supervisión y control.
El personal que ejerce su trabajo en la farmacia hospitalaria es un equipo multidisciplinar, en la mayoría de las ocasiones compuesto por farmacéuticos, enfermeras, técnicos en farmacia y parafarmacia, auxiliares de enfermería, celadores, personal de administración y limpieza. Estos profesionales tienen que estar en constante reciclaje formativo, ya que los avances médicos e investigaciones abren nuevas vías de tratamiento innovadoras que se deben conocer para su posterior preparación.
Áreas de una farmacia hospitalaria
Zona de recepción de medicación
En la zona de recepción de medicación de una farmacia hospitalaria es donde se dividen los productos en dos: los que van a ser usados de manera ambulatoria y los que van a ser utilizados en el hospital.
Estos fármacos se clasifican en el almacén de especialidades farmacéuticas de uso hospitalario. Asimismo, dentro de estos existen diferentes tipos según el contenido y las condiciones de conservación que requieran. Para todos ellos se cuenta con modernos software de control de stock y mecanismos robóticos que mejoran la eficacia del almacén.
Salas Blancas
Una de las áreas más relevantes es la farmacotecnia, conocida también como salas blancas. En este ámbito se preparan y adecuan algunos medicamentos para su dispensación en dosis unitarias a fin de proporcionar seguridad al paciente.
En las salas blancas de una farmacia hospitalaria también se llevan a cabo las fórmulas magistrales, es decir, antibióticos que la industria farmacéutica no fabrica y que se desarrollan siguiendo la prescripción facultativa. Dentro de esta área se encuentra la zona de elaboración de fórmulas farmacéuticas no estériles y la unidad de mezclas endovenosas que precisan de diferentes técnicas estériles y garantías de conservación (nutrición parenteral, quimioterápicos).
Reenvasado
Otra de las áreas de la farmacia en un hospital es la de reenvasado. Todos los procedimientos llevados a cabo en este servicio necesitan de un control exhaustivo de todo el proceso, por ello se usan protocolos de seguimiento con códigos de barras y etiquetados que contengan la información necesaria para garantizar la trazabilidad.
Igualmente, se lleva a cabo un proceso encadenado desde que el farmacéutico hospitalario recibe la prescripción médica hasta su validación por el facultativo, pasando por la preparación en cajetines que llevará la enfermera/o que lo administra. Todo estos pasos tendrán que estar identificados en todo momento con los datos del paciente.
Investigación de nuevos tratamientos
Uno de los servicios implicados también en la farmacia hospitalaria es la investigación de nuevos tratamientos. En este departamento los farmacéuticos hospitalarios tienen como tarea principal gestionar los estudios de nuevos medicamentos contra el Alzheimer, cáncer o SIDA. Es decir, se basan en las investigaciones de fármacos que aún no han sido aprobados por la Agencia Española de Medicamentos, entre otras instituciones.
En definitiva, el rápido crecimiento de los servicios de farmacia requiere de un equipo multidisciplinar donde se delega al Técnico en Farmacia Hospitalaria actividades y funciones que antes eran propiamente farmacéuticas, haciendo necesario que estos especialistas tengan un nivel de formación adecuado y una constante actualización profesional.