Actualmente, cuando la población debate sobre fármacos solo piensan sobre las vías de administración de medicamentos. Sin embargo, el tema principal que deberían poner sobre la mesa es el de la farmacocinética, la acción que el organismo del cuerpo humano desarrolla en los fármacos y viceversa.
¿Qué es la farmacocinética?
Para entender qué es la farmacocinética primero los especialistas en el sector de la farmacología como el Técnico en Farmacia y Parafarmacia tendrá que conocer el término de fármaco, una sustancia capaz de generar efectos en el ser vivo. Cuando estos efectos son útiles en la curación de diferentes enfermedades se habla de medicamentos, por lo que todos los medicamentos son fármacos, pero no todos los fármacos pueden ser medicamentos.
En los últimos años, la farmacología ha experimentado un gran avance en la creación de diferentes tipos de medicamentos, desarrollado una serie de ramas entre las que se encuentran la farmacocinética y la farmacodinámica, entre otras. La primera se describe como la acción que tiene el organismo del cuerpo humano sobre el fármaco, tanto hacia el interior como hacia el exterior e incluye un proceso denominado LADME (liberación, absorción, distribución, metabolismo y excreción).
Sin embargo, la farmacocinética no debe ser confundida con la farmacodinámica que es el proceso mediante el cual los fármacos inciden en el organismo. La principal diferencia es que la primera técnica determina la duración, aparición en intensidad de los efectos que puede tener un fármaco.
¿Cuáles son las vías de administración de medicamentos?
Al hablar de farmacología también hay que tratar las vías de administración de los medicamentos, siendo estas directas o indirectas como oral, sublingual, rectal, respiratoria, tópica, parenteral, oftálmica o genitourinaria. Dependiendo de la vía elegida en cada persona, el fármaco tendrá que pasar por distintas etapas.
Por otro lado, la vía más común utilizada por los pacientes es la oral, aunque cada una de las vías de administración de medicamentos poseen sus ventajas e inconvenientes en la farmacocinética, ya sea en el paso hepático, la inactivación por las secreciones gástricas e intestinales y la posibilidad de irritación de estas.
El proceso LADME
El conocimiento de las principales funciones de la farmacocinética permite a los profesionales de la salud ajustar las dosis de forma rápida y exacta, así como ayuda a que los técnicos en Farmacia y Parafarmacia a distancia comprendan el proceso LADME para la dispensación de medicamentos.
La aplicación de los factores básicos del LADME hace posible la interacción entre el organismo y el fármaco a través del tiempo y de la dosis, diferenciando entre liberación, absorción, distribución, metabolismo y excreción. Con este proceso el fármaco se transportará exactamente al lugar donde se encuentra la patología, pero hay que tener en cuenta que el cuerpo humano también dispone de sistemas, órganos y tejidos que son susceptibles de ser afectados por un fármaco.
Liberación del fármaco
El primer paso en el proceso de la farmacocinética es la liberación. Si el paciente elige tomar el medicamento por vía oral lo primero que ocurre es que este se disuelve en el organismo. Esta liberación va a depender del grado de principio activo en el que se encuentre el medicamento (comprimido, solución o cápsula). Una de las ventajas que tienen los fármacos que se toman por solución oral es que ya van disueltos en agua, por lo que tardarán menos tiempo que los comprimidos y las cápsulas en liberarse. Por otro lado, los excipientes, compuestos inactivos que sirven para dar forma al medicamento, también pueden influir en esta fase.
Absorción del fármaco
El segundo paso del LADME es la absorción. Esta fase estudia la entrada de los fármacos en el organismo desde el exterior hasta que es absorbido por el aparato digestivo como si fuera un alimento. Hay que tener en cuenta que este paso del proceso va a depender del estado del intestino del paciente, así como de las propiedades fisicoquímicas del medicamento.
La fase de absorción del fármaco se produce en el intestino delgado, pero este a su paso puede encontrar diferentes obstáculos, ya que no todos los transportadores favorecen la absorción de sustancias como, por ejemplo, el de secreción, cuya función es proteger al torrente sanguíneo de sustancias extrañas, llevando al paciente a fallos terapéuticos.
Distribución del fármaco
El tercer paso es la distribución del fármaco por el cuerpo. Las moléculas del fármaco pueden transportarse de diversas maneras: disueltas en el plasma, incorporadas a las células o fijas a las proteínas plasmáticas. En esta parte de la farmacocinética, la sustancia viajará por el torrente sanguíneo hasta llegar al sitio donde se encuentra la patología a curar. En algunos casos, encontrarán barreras que no les permita entrar a ciertos compartimentos como la barrera hematoencefálica o la placentaria, cuyo dato es importante que los especialistas tengan en cuenta para calcular la dosis exacta de atribución.
Metabolismo del fármaco
Como se ha mencionado, los órganos son los encargados de proteger a la persona afectada de estas sustancias extrañas que se ingiere por alguna de las vías de administración de medicamentos. En esta fase de la farmacocinética, el organismo necesita inactivar los tóxicos cuando ya no sean necesarios. Para ello, en el hígado se transforma químicamente a los fármacos en compuestos más fáciles de eliminar.
Excreción del fármaco
Esta es la última fase del proceso LADME. En esta fase los fármacos son expulsados del organismo del cuerpo humano mediante la excreción, ya que estos se pueden eliminar tras ser inalterados o metabolizados. Por otro lado, las vías de salida dependerá de cada paciente, pero sobre todo suelen darse por la biliar entérica y la urinaria, aunque también es importante la saliva, el sudor o la leche materna.
En definitiva, es vital que tanto los servicios hospitalarios como las farmacias y parafarmacias conozcan la importancia de la farmacocinética, así como del proceso LADME, ya que estas fases ayudarán a favorecer la absorción del medicamento, pero en otras la entorpecerán. Por ello, los especialistas deben continuar analizando los avances en medicina personalizada con el objetivo de encontrar el equilibrio entre curar y no destruir las células del organismo.