La psicomotricidad es un concepto que se ha puesto de moda en los últimos años, aunque en realidad las técnicas en la que se basa esta disciplina se llevan usando desde hace décadas con los más pequeños. Por ello, la psicomotricidad infantil es importante en el ámbito de la Técnico Superior en Educacion Infantil, sobre todo en las primeras etapas de la infancia.
Hace algunos años, la psicomotricidad y la educación infantil no iban de la mano, ya que esta disciplina se entendía como un conjunto de ejercicios que los especialistas utilizaban para corregir una discapacidad, dificultad o debilidad que estaba presente en los niños. Sin embargo, hoy en día, la psicomotricidad en niños sirve para alcanzar una interdependencia en el desarrollo afectivo, motor e intelectual.
¿Qué es la psicomotricidad infantil?
En el campo psicológico la psicomotricidad es el movimiento que permite entrar en contacto a la mente, las emociones y al cuerpo. Si trasladamos esta definición a la psicomotricidad infantil se puede deducir que esta disciplina hace referencia a las técnicas que se aplican para regular los movimientos, así como las funcionalidades emocionales y cognitivas de los más pequeños.
Cuando la psicomotricidad en niños se aplica a la práctica, las pautas seguidas por los especialistas, como el FP Educación Infantil a Distancia, hacen que los infantes tengan un mejor dominio sobre su cuerpo al mismo tiempo que estimulan otras áreas del desarrollo como, por ejemplo, la comunicación y relación con los demás.
Una de las ventajas que presenta la psicomotricidad infantil es que ayuda a fortalecer la salud mental y física en la etapa escolar. Por ello, es importante que los profesionales de esta área continúen aplicando dicha disciplina desde edades tempranas hasta los siete años con el objetivo de que los pequeños mejoren sus habilidades y destrezas musculares.
La importancia de la psicomotricidad en niños
Trabajar y potenciar la psicomotricidad en niños durante su etapa infantil es vital para el desarrollo afectivo, cognitivo y motriz, ya que los más pequeños aprenderán, jugarán y crecerán en función de la relación que tengan con el entorno y las demás personas. De hecho, aunque cada uno de estos aspectos va a depender de las necesidades de los menores, los psicólogos infantiles hacen especial hincapié en las destrezas motrices.
Por otro lado, hay que destacar la figura del educador infantil en el desarrollo de la psicomotricidad. Estos especialistas serán los encargados de detectar los puntos fuertes y débiles en los más pequeños para ayudarles a desarrollar sus capacidades, así como una gran confianza mediante la aplicación de las herramientas necesarias.
La psicomotricidad infantil también ayudará a los más pequeños a estimular sus destrezas musculares y a desarrollar un pensamiento crítico, mejorando la concentración. Asimismo, esta disciplina aplicada en el ámbito de la educación infantil también facilita la perfilación del control postural, estimula la percepción y fortalece la autoestima de los niños.
Los tipos de psicomotricidad y sus beneficios
Hay dos tipos de psicomotricidad en los que se divide esta disciplina. En primer lugar se encuentra la psicomotricidad fina, la cual trabaja los movimientos en detalles centrándose en tareas pequeñas y delicadas como las que se pueden realizar con los dedos o músculos de la cara. En segundo lugar está la psicomotricidad gruesa que se refiere a los grandes movimientos que los más pequeños pueden llevar a cabo con su cuerpo como jugar, saltar o correr.
Por otro lado, los beneficios de la psicomotricidad infantil se vincula a las tres grandes áreas del desarrollo como son la cognitiva, la motora y la socio-afectiva, aportando las siguientes ayudas a los infantes en su aprendizaje:
- Favorecer el control sobre el cuerpo.
- Ayudar en la coordinación motora, equilibrio y sentido del espacio.
- Mejorar la memoria y la creatividad.
- Estimular la percepción y exploración del entorno.
- Mejorar la autoestima, tanto grupal como individual.
- Ayudar a enfrentar inseguridades.
- Favorecer la canalización de energía.
Principales ejercicios para estimular la psicomotricidad infantil
La preparación de los ejercicios para estimular la psicomotricidad infantil es una de las tareas más importantes del educador. Además, en esta acción deberá buscar adaptar las actividades de psicomotricidad en niños a las necesidades y edad de estos, así como tendrá que contar con los materiales adaptados (pinturas, bancos, pizarras) para el desarrollo diario de las tareas.
Los ejercicios de estimulación lingüística son juegos centrados en impulsar las habilidades comunicativas de los más pequeños mediante el lenguaje verbal y no verbal. Para ello, en las escuelas infantiles se llevarán a cabo ejercicios de imitación vocálica, identificación de conceptos abstractos y la formación de estructuras sintácticas. Igualmente, también se trabajará con juegos imitativos y de expresión corporal.
Por otro lado, con los ejercicios de estimulación motriz los profesionales buscan desarrollar el movimiento en los niños para ayudar a impulsar su sistema motor. En este sentido la psicomotricidad infantil se aplicará mediante ejercicios de movimientos simples que incentiven las acciones de caminar o sentarse; y de movimientos más complejos como el baile.
Respecto a los ejercicios de creatividad los educadores tendrán que enfocarlo a la estimulación de la imaginación infantil, mediante ejercicios que fomenten la libre expresión y hagan hincapié en las emociones de los niños, así como en la comunicación. En este sentido destacan actividades como la danza, la música o el teatro infantil.
Esto es solo un ejemplo de los múltiples beneficios y actividades que se pueden llevar a cabo en una escuela infantil mediante la aplicación de la psicomotricidad en niños. Esta disciplina será fundamental en las primeras etapas de los más pequeños para que estos desarrollen su madurez física y psíquicas de la mano de los educadores que estimularán y trabajarán diariamente en sus capacidades.