Sanidad
La vitamina C es necesaria para el crecimiento y reparación de tejidos en todas las partes del cuerpo. Por ello, la vitamina C y sus beneficios pueden ayudar en diversos procesos de curación. Además, el consumo excesivo de esta vitamina no supone un problema para el organismo del cuerpo humano, ya que es hidrosoluble y se expulsa a través de la orina de manera rápida.
Por otro lado, las personas no deberían olvidar que la deficiencia de este ácido ascórbico puede ocasionar diferentes enfermedades. De hecho, los profesionales en nutrición recomiendan acudir a consulta o a los consejos de un especialista como el Técnico Superior en Dietética a fin de obtener ayuda con el correcto consumo de los diferentes alimentos que puedan tener esta vitamina.
¿Qué es la vitamina C?
La vitamina C es también conocida como vitamina antiescorbútica y se encuentra dentro del grupo de los nutrientes solubles en agua (hidrosolubles). El ácido ascórbico es esencial en el organismos del cuerpo humano y como nutriente está presente en algunos de los alimentos que se añaden a la dietoterapia o en diversos recetarios.
Igualmente, la vitamina C no solo ayuda en el desarrollo y crecimiento, sino que también puede contribuir en la generación de cartílagos, vasos sanguíneos, los músculos, el colágeno de los huesos y en el proceso de curación del cuerpo humano.
¿Para qué sirve la vitamina C?
Una de sus principales funciones de la vitamina C es la hidroxilación de los aminoácidos prolina y lisina para formar el colágeno, una proteína que resulta de vital importancia para el crecimiento y el mantenimiento de los huesos, los dientes, las encías, las articulaciones, y los vasos sanguíneos, así como para ‘soldar’ fracturas y cicatrizar heridas o quemaduras.
Esta función para la que sirve la vitamina C es importante no solo para la población general, sino también para los especialistas, como el titulado en dietética y nutrición a distancia, ya que puede evitar que las lesiones (tan frecuentes entre deportistas) pasen a cuadros de mayor relevancia y facilitar su curación de manera natural.
Otro de los roles que tienen que tener en cuenta las personas que practican deportes o realizan ejercicio físico con regularidad es la intervención de la vitamina C en el estado del hierro. El ácido ascórbico fomenta la absorción de este mineral, esencial para la correcta oxigenación de los tejidos. Además, este tipo de nutriente puede ayudar también en la formación y liberación de hormonas esteroides, incluyendo la hormona más anabólica: la testosterona.
Los beneficios de la vitamina C
La vitamina C estimula el sistema inmunológico y actúa como un poderoso antioxidante. Ambos aspectos son importantes para los deportistas, ya que un nivel alto de defensas evita ciertas enfermedades como resfriados y otras infecciones, así como facilita una adecuada y más rápida recuperación.
La acción antioxidante que protege contra los radicales libres del ácido ascórbico resulta también beneficiosa debido a que el ejercicio físico aumenta la producción de radicales libres con la combustión de oxígeno.
Los antioxidantes también juegan un papel importante en la prevención y recuperación de lesiones, debido a la influencia de los radicales libres en el proceso de inflamación. Dosis adecuadas de antioxidantes ayudan en la recuperación de procesos inflamatorios postraumáticos y a la hora de aliviar pequeñas lesiones.
Por lo tanto, la vitamina C puede ser importante para la salud, ya que puede potencialmente:
- Ayudar a mantener los niveles de colesterol en estado óptimos.
- Apoyar la salud del corazón.
- Ayudar a promover los niveles de presión arterial.
- Proporcionar apoyo a la salud ocular.
- Ayudar a promover el metabolismo saludable del ácido úrico.
- Impulsar otros antioxidantes (como por ejemplo la vitamina E).
¿De dónde se puede obtener la vitamina C?
La cantidad de ácido ascórbico que necesita cada persona va a depender de su edad y sexo. Sin embargo, los especialistas recomiendan a las mujeres embarazadas ingerir más cantidad de este nutriente durante la etapa de embarazo. Los mejores alimentos de donde se puede obtener la vitamina C son frutas y verduras, aunque hay alimentos diferentes como:
- Vegetales (fresas, melón, tomates, patatas, brócoli).
- Frutas cítricas (pomelo, kiwi, naranjas).
- Bebidas fortificadas con vitamina C.
Además, la vitamina C también se puede encontrar en suplementos dietéticos para complementar con los diferentes alimentos. Generalmente, se añade como ácido ascórbico, pero también se puede localizar como ascorbato de sodio, ascorbato de calcio, y ácido ascórbico con bioflavonoides.
¿Cuáles son los síntomas de la falta de vitamina C?
Los síntomas más comunes de la falta de vitamina C están unido a la debilitación de las partes del organismo que contienen colágeno. Pueden ocasionar la pérdida de pelo y de los dientes, aparición de diferentes moratones por el cuerpo, hemorragias o dolor en las articulaciones provocadas por hinchazón, entre otros indicios. Pero entre los síntomas más comunes que provoca no tener ácido ascórbico son: cansancio, irritabilidad, adelgazamiento y laxitud articular.
Hay otros factores que pueden contribuir a la deficiencia de vitamina C:
- Los fumadores y fumadores pasivos, ya que el humo aumenta la cantidad de vitamina C que nuestro cuerpo necesita.
- Las personas que no tienen una dieta equilibrada o una dieta muy limitada.
- Los niños lactantes que toman leche de vaca, evaporada o hervida, ya que al preparar estos tipos de leche se eleva mucho la temperatura, esto hace que la vitamina C pueda llegar a desaparecer.
- Las personas con enfermedades que requieran hemodiálisis.
Es muy importante el consumo regular de vitamina C, ya que es un nutriente esencial para el buen desarrollo del organismo. En el caso de que no se consuma una variedad de alimentos es aconsejable visitar a un especialista en nutrición para que ayude a corregir y realizar una dieta equilibrada en nutrientes, así como en vitaminas.
