Juego y desarrollo infantil son dos conceptos estrechamente ligados. A través de esta práctica, los más pequeños aprenden de manera natural, desarrollando su creatividad, imaginación y maduración psicomotriz. Además, al jugar con otras personas, también consiguen desarrollar habilidades sociales y comprender mejor el entorno que le rodea.
Por este motivo, es primordial que el Técnico Superior en Educación Infantil sea consciente de la importancia del juego en la escuela infantil, con el objetivo de favorecer una experiencia agradable y enriquecedora del niño mientras desarrolla sus capacidades.
Juego y aprendizaje según la etapa infantil
Desde 1959, el juego está contemplado como un derecho de la infancia según la ONU, señalando que se trata de una necesidad antropológica de los niños, básica para su crecimiento y desarrollo personal. La relación entre juego y desarrollo infantil se puede observar desde la cuna, ya que a través de esta práctica el pequeño comienza a interactuar con su entorno y con la familia, creando su primeros vínculos sociales.
De esta manera, el juego se puede considerar también como una herramienta para la socialización, puesto que además de favorecer la creación de sus primeros vínculos interpersonales, a medida que el niño crece también comienza a relacionarse con sus semejantes, adquiriendo habilidades sociales y fomentando otros tipos de destrezas necesarias para su desarrollo.
Por este motivo, según la etapa de crecimiento del niño, el educador infantil a distancia debe tener en cuenta las necesidades y los intereses que presenta, estableciendo una relación real entre juego y aprendizaje, según la cual se emplee esta práctica lúdica como medio para impartir una enseñanza a los más pequeños.
- De 1 a 6 meses. En esta etapa, el juego debe estar enfocado al desarrollo psicomotor. A través de los juguetes se pretende fomentar en el niño la movilidad y la manipulación de objetos. También es importante en su crecimiento la música, que favorece el desarrollo cerebral. Por otra parte, es recomendable que el pequeño juegue en diferentes posiciones para que aprenda patrones como el volteo o el gateo.
- De 6 a 12 meses. Durante este periodo, los niños comienzan a interactuar con su entorno. Así, se pueden observar nuevas interacciones, como las primeras palabras o el gateo. Por este motivo, el juego y el desarrollo infantil se encuentran especialmente relacionados en esta etapa, de manera que es importante que los adultos interactúen con ellos, incitándolos a realizar estas actividades de manera autónoma. Esto se puede llevar a cabo repitiendo sonidos simples que puedan imitar, habilitando un espacio seguro para que se muevan por la habitación, como un parque o una alfombra de actividades o haciendo pequeñas carreras cuando comienza a dar sus primeros pasos.
- De 12 a 24 meses. A partir del primer año, los pequeños comienzan a comprender su entorno y tienen la necesidad de explorar y de interactuar con otras personas. En esta etapa, necesitan juegos que favorezcan su autonomía e interacción, como puzzles, construcciones, dibujos o juegos de señalar. En este momento es recomendable que comiencen a relacionarse con otros niños, ya sea en parques, ludotecas o escuelas infantiles, de manera que comiencen a desarrollar la socialización.
- A partir de 24 meses. De los dos años en adelante, los infantes empiezan a forjar su personalidad y habilidades, de manera que juego y aprendizaje van de la mano. Durante su paso por preescolar, el juego será vital para su desarrollo, empleando canciones para aprender conceptos básicos (días de la semana, colores, números), juguetes de construcción que fomenten su coordinación, como puzzles y construcciones o elementos plásticos para desarrollar su creatividad, como pinturas, ceras o recortes.
Beneficios del juego en el desarrollo infantil
Como se ha podido observar en el apartado anterior, la importancia del juego en el desarrollo infantil es notable, ya que contribuye a favorecer la autonomía de los pequeños de manera divertida. Los principales beneficios que se derivan de esta práctica son:
- Desarrollo psicomotriz. El juego favorece la coordinación y enseña a los pequeños a diferenciar formas, tamaños, colores, etc.
- Desarrollo de la creatividad. A través del juego los niños fomentan su imaginación, favoreciendo también el desarrollo cognitivo.
- Mejora de la condición física. Mediante la actividad física que deriva del juego se puede combatir el sobrepeso de los más pequeños, quemando también energía y facilitando así su descanso.
- Desarrollo de habilidades sociales. Mediante el juego con sus iguales aprenden a compartir, expresar sus emociones y comunicarse de forma efectiva, resolviendo sus propios conflictos.
El juego cooperativo en la socialización del niño
En la etapa preescolar es importante para el niño emplear el juego con el objetivo de crear vínculos sociales con sus iguales. En este contexto aparece el juego cooperativo, una modalidad lúdica que no pretende que los pequeños compitan entre sí, sino que colaboren para conseguir metas comunes.
De esta manera, se incentiva la empatía, la comunicación y el trabajo en equipo, contribuyendo a la formación de valores positivos en los infantes. Así, el juego cooperativo se puede contemplar dentro de la disciplina positiva, ya que fomenta el diálogo entre los pequeños y la expresión de emociones. Asimismo, tendrán que llegar a un consenso para conseguir el objetivo final.
Actualmente existen numerosos juegos cooperativos en el mercado, aunque siempre es posible recurrir a los tradicionales, como la cadena, donde dos niños se cogen de la mano y tienen que colaborar para pillar a los demás y que se unan a la cadena humana. Otro juego cooperativo es el de llevar el balón hasta la meta entre dos personas sin tocarlo con las manos. Por otro lado, uno de los clásicos puede ser también el escondite, donde los que se esconden deberán colaborar para salvar a los compañeros que han sido pillados.
Sin duda, el juego acompaña a todas las personas desde su infancia, favoreciendo su desarrollo y creando grandes recuerdos de su niñez. Por ello, la importancia del juego en la infancia es notable, ya que los ayudará a crecer felices y rodeados de estímulos positivos.