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La importancia de las habilidades sociales

Javier Imbroda Sanmartín
hablando para resolver conflicto

Hace unas semanas impartimos en clase de FOL una sesión diferente a lo que el programa marca. Sesión enfocada hacia un tema cada vez más relevante en el ámbito laboral: las Habilidades Sociales.

Todos, en líneas generales, nos preocupamos por estar bien formados. Para ello, estudiamos una carrera universitaria, una formación profesional y/o másteres de especialización en las disciplinas que más nos atraigan.

IMG habilidades sociales

Pero, ¿nos forman en cuanto a mejorar nuestras habilidades sociales?

Hasta ahora conocemos métodos tales como el “coaching”. Métodos que se llevan a cabo en empresas con el objetivo de instruir, acompañar y entrenar a una persona o a un grupo de ellas para conseguir cumplir metas o desarrollar habilidades específicas. En muchas ocasiones funciona y en otras no.

¿No pensáis que se debería hacer este tipo de entrenamientos con anterioridad? Yo introduciría este estilo de aprendizaje en la Educación Secundaria.

Desde ese momento los alumnos entrenarían habilidades como la comunicación en público, el lenguaje verbal y no verbal, la asertividad, el trabajo en equipo, etc. Habilidades que son fundamentales para hacer frente a las adversidades, cabalgar por sí solos o para pertenecer a un grupo de trabajo.

Con mis alumnos, pretendía compartir la importancia del asunto. Y es que empresas de grandes dimensiones como Inditex, Apple o Mercadona (en nuestro entorno) ya han implantado un sistema de entrevistas personales en el que introducen y dan una gran importancia a las dinámicas en grupo.

Es en este momento cuando se ve realmente qué aptitudes y habilidades tiene cada uno para el desempeño de las funciones correspondientes. Aquí no se tendrá en cuenta el número de titulaciones que tengas ni el expediente brillante que obtuviste cuando terminaste la carrera. Empresas tan consolidadas como éstas tienen muy claro dónde se encuentra una de las claves para que el resultado sea el más beneficioso posible.

Un clima y un ritmo de trabajo adecuado, en el que todos suman y en el que todos tienen muy claro sus roles, es un clima que acaba generando buenos resultados. Necesitamos rodearnos de gente espabilada y habilidosa, sin miedo a fracasar y con ganas siempre de seguir aprendiendo.

Animo a que las Escuelas vayan incorporando en sus programas este tipo de metodologías. Un sistema muy útil en un mundo en el que o estás vivo o sin darte cuenta te ves rápidamente superado por quien tienes a tu lado.

¡A espabilar!