Uno de los mayores problemas de la Salud Pública a nivel mundial, y sobre el que tiene competencias el Técnico en Atención a Personas en Situación de Dependencia, es el riesgo de caídas en ancianos o también conocido como Escala Downton. De hecho, diferentes estudios calculan que aproximadamente se producen 424.000 caídas mortales al año.
Entre estos datos también se encuentra una diferencia de incidencias de la Escala de Downton. Aproximadamente un 30% de las caídas en ancianos se produce en personas mayores de 65 años, el porcentaje aumenta al 50% cuando se habla de mayores institucionalizados.
En relación a los accidentes que se producen en la escala de riesgo de caídas en la tercera edad, la mayoría son lesiones leves, aunque el 10% de los ingresados acaban siendo hospitalizados. Estas caídas en personas mayores se pueden producir por cambios y transformaciones en el organismo originados por el envejecimiento.
La valoración del riesgo de caídas con la Escala de Downton
Dentro del grupo de factores de riesgo que aumenta las posibilidades de caídas en ancianos, se presenta un amplio abanico de motivos medibles relacionados con este accidente. La escala de Downton es una herramienta que se utiliza para valorar el motivo de riesgo mediante un sistema de puntos sobre cinco dimensiones: caídas previas, déficits sensoriales, estado mental, deambulación y medicamentos.
Por otro lado, existen diferentes maneras de puntuar la escala Downton y cuánto más puntos se obtenga es más probable el riesgo de caídas en personas mayores. Una de los factores que influyen en esta calificación son las patologías a esa edad, destacando las enfermedades musculoesqueléticas (artritis, fracturas, deformidad de la columna vertebral…) que constituyen un factor de riesgo importante.
Igualmente, en las caídas en ancianos también contribuyen las enfermedades neurológicas como la demencia, el Parkinson y las alteraciones cognitivas, debido, en gran medida, a la merma de las facultades psíquicas, así como físicas que producen en la persona. Por último, sobresalen las enfermedades cardiovasculares (hipotensión arterial, arritmias cardiacas o infarto agudo de miocardio) que son las que más riesgo conllevan en las personas ancianas.
A las patologías también se unen el consumo de fármacos por parte de las personas de la tercera edad. De ahí la relación tan estrecha de la polifarmacia como factor de riesgo en los golpes y las caídas en ancianos, debido a los efectos secundarios de los antibióticos o al mal uso de estos que propician la inestabilidad y una mayor puntuación en la escala de Downton.
En relación a esto, los fármacos más estrechamente relacionados con este hecho son hipnóticos, antidepresivos, hipotensores y neurolépticos. Por otro lado, otro factor que potencia algunos factores de riesgo de caídas en personas mayores es la disminución o deterioro de la agudeza visual.
Factores intrínsecos del riesgo de caídas en ancianos
Uno de los factores intrínsecos del riesgo de caídas en ancianos son las alteraciones fisiológicas como la inseguridad al andar, rigidez musculoesquelética o problemas visuales. Por ello, es imprescindible que se realicen con las personas mayores dinámicas de animación para reducir este peligro.
Si las causas se atribuyen a las patologías, los factores que más favorecen a la caída en personas mayores son circunstancias musculoesqueléticas (artritis, deformidad de la columna vertebral, lumbalgia), neurológicas (demencia, alteraciones cognitivas) y cardiovasculares.
De igual modo, algunos estudios afirman que las escala Downton se puede producir más por el día, sobre todo en una hora más temprana cuando las personas mayores tienden a levantarse.
Factores extrínsecos del riesgo de caídas en personas mayores
Uno de los principales factores extrínsecos del riesgo de caídas en personas mayores son las barreras arquitectónicas en el hogar o en el entorno, que pueden contribuir al 50% del problema. De igual modo, destacan los suelos resbaladizos, iluminación deficiente, mobiliario inadecuado o calzado en mal estado.
Escala de riesgo de caídas y sus consecuencias
Una vez realizada la escala de Downton hay que pensar en las posibles consecuencias de una caída en personas mayores. Dichas desavenencias se pueden clasificar en físicas, psicológicas y sociales. Una de las más estudiada es la física, ya que es la primera en aparecer.
La mayoría de los efectos de la escala de riesgo de caídas que presentan los ancianos no son graves, siendo las más prevalentes contusiones-esguinces, equimosis y fracturas (tobillo, fémur y colles). Igualmente, las consecuencias psicológicas vienen determinadas por el ‘Síndrome Postcaída’ o el miedo y ansiedad a que se vuelva a producir la situación. Esto implica el aislamiento social, así como la dependencia de las personas de la tercera edad.
De esta manera, el especialista en TAPSD a distancia para ayudar a las personas mayores tendrá que conocer que las caídas en ancianos tiene un origen multifactorial, es decir, estará producida por varios factores. Además, la escala de Downton solo se orienta de forma informativa, por ello muchos sociosanitarios demandan más investigación en este campo.
¿Cómo prevenir las caídas en personas mayores?
Muchos de estos factores que afectan a las caídas en las personas mayores se pueden prevenir instaurando protocolos de prevención de caídas en hospitales y la escala Downton. Dichas medidas también son extrapolables a los centros institucionales, así como los centros de día.
En igual importancia, los sanitarios, familiares y gerocultores tienen la responsabilidad de prevenir estas caídas en ancianos, aplicando no solo un apoyo emocional sino también dinámicas que ayuden a mejorar la dependencia y calidad de vida de los más mayores.