Actualmente, la glutamina es una de las ayudas ergogénicas más utilizadas en el ámbito deportivo y nutricional, sobre todo para incrementar el rendimiento de los atletas. En la mayoría de las ocasiones, estas necesidades nutricionales deben ser conocidas por el titulado en Dietética.
La actividad física, a menudo, produce un desgaste muy alto y sus procesos de recuperación hacen que su aporte nutritivo deba ser reforzado de forma exógena. Por ello, existe un amplio abanico de alimentos ricos en glutamina destinados tanto a las personas que practican un deporte como aquellas que tiene algún déficit de este aminoácido en el organismo.
¿Qué es la glutamina?
La glutamina es uno de los 20 aminoácidos no esenciales, es decir, que el organismo puede sintetizar a partir de otras sustancias en el cuerpo. Además, este ácido aminado está muy presente en tejido muscular esquelético, el plasma sanguíneo y el líquido cefalorraquídeo lo que le permite desempeñar funciones imprescindibles para el organismo como ayudar a evitar el catabolismo muscular.
Por otro lado, la L-glutamina interviene en la síntesis de proteínas y actúa como una fuente de energía para las células intestinales, así como para los linfocitos. Los expertos en Dietética a distancia tendrán que saber diferenciar la L-glutamina, presente en los alimentos y suplementos de la D-glutamina.
¿Para qué sirve la glutamina?
Dada la composición de este aminoácido la principal función de la glutamina es transportar nitrógeno por el cuerpo humano para que se puedan desempeñar las actividades metabólicas del organismo. Sin embargo, la L-glutamina también puede tener otras aplicaciones que van desde la reparación del daño muscular hasta su utilidad en tratamientos para paliar los efectos negativos del cáncer.
Igualmente, de la glutamina hay que destacar su papel regulador del equilibrio de los ácidos-base como el amoniaco. El ácido aminado es capaz de disociar el amoniaco en los riñones con el objetivo de transformarlo en urea para mantener unos niveles adecuados de glutamina y que no resulte tóxico para el organismo.
Otra de las funciones más importante de la glutamina es el que ejerce en el sistema inmunológico. En este sentido, desempeña un papel fundamental en el crecimiento del pelo. Además, este aminoácido puede transformarse en glucosa en los riñones sin modificar las cifras de insulina, esto implica que se pueda controlar el peso de una persona.
Otra acción que destaca de la L-glutamina es que contribuye a que el organismo produzca células cutáneas y se retrase el envejecimiento, manteniendo la piel sana y elástica. Esta función se aplica sobre todo en las personas mayores que tendrán que tener una alimentación específica.
Por otro lado, la glutamina también está asociada con la fatiga y se ha empleado en el ámbito deportivo para ayudar a los deportistas a recuperarse de los entrenamientos intensos y desarrollar una prevención de lesiones. Quizás, los atletas de fuerza son los mayores consumidores de este aminoácido, ya que su existencia se emplea para la síntesis de proteína, incrementando la masa muscular y potenciando la formación de tejido.
De hecho, en ejercicios de tipo anaeróbico intenso o aeróbico de larga distancia, la glutamina realiza un efecto tampón que neutraliza el exceso de ácido en los músculos, como, por ejemplo, el ácido láctico, producido por el organismo cuando se realiza estas actividades.
¿Cuáles son los alimentos ricos en glutamina
La glutamina se encuentra principalmente en los alimentos, sobre todo en aquellos que son de origen animal y vegetal, ya que contienen muchas proteínas. Sin embargo, estos productos al cocinarlos pierden las propiedades de este aminoácido por lo que se recomienda consumir estos productos crudos. Entre los alimentos ricos en glutamina destacan el perejil, las espinacas y los lácteos.
Hay deportistas que recurren a los suplementos de glutamina para complementar su dieta saludable. Varios ensayos clínicos han demostrado que consumir este complemento alimenticio puede provocar efectos beneficiosos en algunas funciones del sistema inmune. Los especialistas en Nutrición Deportiva y Clínica recomiendan que para obtener un rendimiento máximo hay que consumir cinco gramos antes del entrenamiento y diez después de desarrollar la práctica deportiva.
Asimismo, las personas que practican alguna disciplina deportiva y consumen suplementos de L-glutamina tienen que tener en cuenta que este aminoácido no tiene un efecto ergogénico directo sobre el rendimiento deportivo, pero un déficit plasmático puede perjudicar a su salud y a la práctica deportiva.