En el mundo globalizado, las tecnologías de la información y la comunicación forman parte de la vida cotidiana de la población y del entramado empresarial. Esta hiperconectividad abre la puerta a nuevos riesgos en el sistema digital, ampliando su vulnerabilidad y amenazas. En ese marco, para luchar contra estos ataques de ciberseguridad, las organizaciones cuentan con profesionales especializados, lo que es hacking ético.
Los incidentes de secuestro de información por parte de los piratas informáticos que afectan a organismos públicos y privados, así como a los servicios esenciales siguen proliferando. Según el Informe Anual de Seguridad Nacional, publicado en 2019 por el Departamento de Seguridad Nacional del Ministerio de Asuntos Exteriores, el Centro Criptológico Nacional (CCN) gestionó un total de 42.997 incidentes en el ciberespacio y el CERT del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) más de 107.397.
En este sentido, para las empresas se ha vuelto crucial contar con estrategias sólidas y efectivas que protejan sus sistemas informáticos y redes donde guardan datos sensibles de la compañía. Con estas premisas, el titulado en Desarrollo de Aplicaciones Web puede continuar su camino profesional para convertirse en hacker ético, a fin de tener un perfil especializado con conocimiento profundo de las herramientas, tácticas y motivaciones de los diferentes tipos de hackers.
¿Qué es hacking ético?
Para entender qué es hacking ético hay que saber que el ciberespacio es un entorno estratégico donde las empresas almacenan datos importantes a gran escala, que es el big data (personales, financieros, jurídicos o estratégicos) de manera segura, pero, en algún momento, pueden verse expuestos por una brecha de seguridad. En este aspecto, hay que tener en cuenta que el hackeo aplica diferentes tecnologías para superar un obstáculo en la red que afecte a la población mundial.
Si los piratas informáticos llevan estos procedimientos de manera delictiva se convierten en un riesgo para la seguridad de los sistemas informáticos, cuentas personales o redes de ordenadores. Por ello, el hacking ético es una de las armas más poderosas que hay contra la ciberdelincuencia.
Hoy en día, muchos de los ciudadanos ajenos al ámbito de la informática aún no conocen que es un hacker ético, tomando como referencia solamente a los hackers maliciosos. Sin embargo, el ethical hacking es un proceso por el cual un profesional utiliza sus conocimientos de ciberseguridad para aplicarlos sobre un sistema e identificar y reparar posibles vulnerabilidades, tomando las medidas necesarias con el objetivo de evaluar, fortalecer, así como mejorar la seguridad en la red.
Principales beneficios del ethical hacking para las empresas
Cualquier empresa pública o privada que implemente una buena estrategia de ethical hacking tiene que conocer los principales beneficios que puede aportar el trabajo del hacker ético, ya que este profesional puede salvar a la entidad no solo de la pérdida de información, sino también de evitar la caída de la repercusión de marca y los resultados de venta.
En este sentido, el hacking ético ayuda a las empresas a tener un panorama más real de las vulnerabilidades en el entorno digital e identifica aquellos sistemas a los que les hace falta una actualización o tienen configuraciones inadecuadas. Por otro lado, disminuirá el esfuerzo y tiempo que se requiere para afrontar una situación de riesgo provocada por los diferentes tipos de hackers.
Igualmente, el hacker ético ayudará a las entidades a estar prevenidas ante amenazas cibernéticas. De hecho, las grandes organizaciones como, por ejemplo, las dedicadas al ecommerce, suelen tener una sólida estrategia de seguridad para proteger los datos de los clientes, socios o incluso de las compañías asociadas.
Entre las numerosas ventajas del ethical hacking se puede destacar la protección de la reputación de marca frente a los ataques informáticos. De esta manera, los profesionales se aseguran de que los datos financieros, judiciales o estratégicos no se vean comprometidos, haciendo que la trayectoria de la marca sea de calidad y tenga solvencia empresarial en el entorno digital con el objetivo de incrementar la confianza en los clientes, así como las ganancias.
Tipos de hackers que se pueden encontrar en la red
A lo largo del tiempo, el concepto de hacker ha ido evolucionando, siendo una palabra mal empleada en los medios de comunicación que se confunde, habitualmente, con cracker, un pirata informático que accede ilegalmente a un sistema digital para apropiarse de informaciones secretas. Por ello, en el campo de la seguridad cibernética se ha tenido que distinguir tres tipos de hackers:
- Hackers black hat. Todo lo contrario a un hacker ético. Estas personas por diversas razones maliciosas quiebran los sistemas de ciberseguridad con el objetivo de acceder ilegalmente a una red o un dispositivo, aprovechando la brecha de seguridad para atacar. Normalmente, estas acciones son desarrolladas para obtener un beneficio económico a través del robo, fraude o extorsión.
- Hackers éticos o white hat. Estos profesionales se encargan de ayudar a las empresas a fortalecer y diseñar sus defensas digitales con el objetivo de encontrar brechas en ella o notificar a las víctimas. A diferencia de los sombreros negros, los hackers éticos entran en el sistema con autorización y legalmente, sin dañar a los usuarios, trabajando dentro del departamento de seguridad de una organización.
- Hackers gray hat. Estas personas se encuentran entre los sombreros negros y los hackers éticos. A diferencia de este último, los sombreros grises omiten el proceso de solicitar autorización a la organización para estudiar las vulnerabilidades del sistema informático, desarrollando directamente el hackeo. Sin embargo, lo que lo diferencia de los sombreros negros es que no cometen delitos, ya que buscan debilidades para luego dirigirse a una empresa y ofrecer sus servicios a cambio de dinero.
La relación entre el hacking ético y el penetration testing
La práctica del hacking ético y el penetration testing van de la mano, ya que para conocer las vulnerabilidades de un sistema hay que atacar desde dentro con irrupciones dirigidas, coordinadas y autorizadas mediante pruebas de penetración. El objetivo de estas estrategias es ayudar al hacker ético a detectar de forma temprana y minuciosa las brechas que existen en el sistema informático, siguiendo cinco pasos:
- Reconocer y planificar los objetivos de un penetration testing, así como los diferentes métodos que se van a utilizar para analizar las vulnerabilidades.
- Escanear a fin de saber cómo reacciona un objetivo a varios intentos de hackeo, tanto cuando el código de la aplicación está en funcionamiento como cuando está parado.
- Obtener acceso, paso importante para atacar al sistema y encontrar brechas para conocer la cantidad de daño que puede causar.
- Asegurar la vulnerabilidad con el mantenimiento de acceso en el sistema infectado durante un tiempo prolongado a fin de obtener información sobre el acceso al conjunto empresarial.
- Analizar los resultados, etapa final donde se recopilan los resultados y se comentan con la organización las vulnerabilidades, el acceso de datos, así como el tiempo que el hackeo ha pasado desapercibido en el sistema informático.
¿Qué es un hacker ético y cómo profesionalizarse?
Las empresas dedicadas a la ciberseguridad están apostando por profesionales informáticos que manejen en profundidad los aspectos claves del hacking ético. En este sentido, el hacker ético está ganando peso en los departamentos de gestión de riesgo y seguridad de diferentes compañías, ya que el trabajo de este especialista es importante para proteger a las entidades ante ciberataques maliciosos.
Las personas que quieran contar con garantía para trabajar como hackers éticos podrán comenzar cursando un Grado Medio en Sistemas Microinformáticos y Redes o un Grado Superior de Desarrollo de Aplicaciones Web a distancia. Dos titulaciones donde se imparte conocimientos generales sobre tipos de redes y diferentes herramientas que ayudan a la seguridad informática. Igualmente, después de esta formación, el profesional deberá especializarse con estudios superiores para ampliar sus competencias en el ámbito de la ciberseguridad.
En conclusión, el hacking ético nace para combatir a los piratas informáticos que atacan a los sistemas de las empresas, presentando un informe donde se señalan las debilidades para implantar las máximas medidas de seguridad y evitar que la información delicada de los clientes, así como la imagen de marca se ven afectadas por los hackers black hat.