FP Sociocultural

Consejos para saber qué es el absentismo escolar y cómo prevenirlo

Por Darío Domínguez
Primer plano de varios pupitres de un aula vacíos

Antes de adentrarse en cómo se puede trabajar desde la Integración Social esta problemática con los menores, es necesario explicar qué es el absentismo escolar, cuáles son los factores que lo producen y cómo prevenirlo.

El absentismo escolar está considerado uno de los problemas más importantes de los centros escolares, entendido como la falta de asistencia reiterada por parte de un alumno. La mayoría de los estudios acerca del ausentismo escolar ponen el foco en la conducta de rechazo al colegio o a la escuela, siendo mucho más generalizado en la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) que en la Educación Primaria.

Para comprender qué es el absentismo escolar hay que tener en cuenta diversos factores determinados por el contexto social, económico y cultural de los menores. Por tanto, un profesional como el Técnico Superior en Integración Social tendrá que elaborar, entre otras tareas, un protocolo de actuación sobre los distintos factores que mantienen las conductas de absentismo escolar.

El fracaso escolar como consecuencia del absentismo escolar

La mayor consecuencia derivada del ausentismo escolar es el descenso del rendimiento escolar y por ende, el abandono de los centros escolares y los estudios a una edad demasiado temprana, derivando en casos de fracaso escolar. 

Sea cual sea su origen, se debe partir de la base de que cada alumno presenta unas características personales que influyen en el rendimiento escolar, como por ejemplo, la motivación o dificultad de aprendizaje, por lo que es importante que el equipo docente sea capaz de detectar estos casos en el aula, ofreciéndoles un aprendizaje adaptado a sus necesidades para evitar que derive en casos de absentismo escolar.

Por otra parte, las circunstancias familiares y económicas son otro de los factores que derivan en ausentismo escolar y es en este aspecto donde el sistema educativo debe actuar fomentando la integración y la igualdad de oportunidades de todos los alumnos, ayudando mediante la orientación escolar o la gestión emocional en mediación en los casos en los que fuera necesario.

¿Cómo prevenir el ausentismo escolar?

Las personas tienen un repertorio conductual basado en el aprendizaje, que a su vez, viene dado por las interacciones que se producen con el ambiente. Probablemente, los niños que sufren ausentismo escolar están obteniendo estímulos reforzantes alternativos a la escuela, por lo que no tienen la necesidad de acudir al colegio.

Estos impulsos condicionan la actuación de los menores, pudiendo provocar dificultad de aprendizaje por esto, un profesional en Integración Social a distancia deberá también tener en cuenta la evaluación de estos estímulos, para tratar de generar alternativas para los niños. 

Por otro lado, la falta de motivación es una de las grandes acciones a tener en cuenta en los más pequeños. Esta variable psicológica es la fuerza que impulsa a la conducta, es decir, el estado que promueve que se produzca una acción. En definitiva, la motivación inicia, dirige y regula el comportamiento humano.

Partiendo de estos factores, una herramienta muy útil para combatir el absentismo escolar y mejorar el rendimiento académico será el establecimiento de metas alcanzables y medibles tanto a largo como a corto plazo. Estas aspiraciones deben establecerse en positivo para no sesgar pensamientos, aumentando la motivación de los menores.
 
En primer lugar, se situará una meta a largo plazo, como, por ejemplo, que el pequeño acuda todos los días a clases. Por otro lado, el objetivo debe ser alcanzable, es decir, hay que tener en cuenta los factores contextuales. Si por algún motivo de relevancia, el niño no logra venir a la escuela (situación familiar grave), hay que reorientar el propósito, porque le puede causar frustración y un mayor rechazo.

Hay que tener claro que esto se podrá conseguir gracias al programa que elabora los integradores sociales en colegios. En segundo lugar, se llevará a cabo un plan de acción anotando qué aspectos dependen totalmente del menor para alcanzar el objetivo principal.

En tercer lugar, se deben establecer metas a corto plazo, como, por ejemplo, ¿que va hacer el niño esta semana para lograr su objetivo a largo plazo? A diferencia del primero, estos propósitos son muy concretos y dependen totalmente del estudiante. También es muy importante que sean medibles para realizar una correcta evaluación del cumplimiento o restablecimiento en la lucha contra el ausentismo escolar.

En conclusión, se trata de establecer conductas alternativas que se relacionen con acudir a los centros escolares con el fin de evitar el absentismo escolar y sus posteriores reforzadores. Estas labores son trascendentales en las tareas del integrador social y se pueden aplicar en cualquier ámbito de los servicios a la comunidad.